Las dudas sobre el Programa de Alfabetización
Primero, en el año 2008, el Presidente Alan García anunció que 600 mil peruanos habían sido alfabetizados en poco más de un año del funcionamiento del Programa Nacional de Movilización por la Alfabetización (PRONAMA). El lunes pasado anunció que más de un millón 300 mil peruanos habían sido alfabetizados. Con estas cifras espectaculares el PRONAMA es considerado, por el oficialismo, como el mayor logro que este gobierno dejará luego de concluido su período y el eco mediático que se le hace es sorprendente. Sin embargo, ¿se trata de cifras reales? Las dudas en torno al manejo del programa, son motivo de un análisis realizado por el experto en educación, José Rivero¹.
En su artículo, Rivero pone en tela de juicio los supuestos logros de un programa que no ha contado, en ningún momento, con el apoyo ni consultoría de organizaciones especializadas en el tema educativo y cuyo aporte hubiera sido valioso. Sin embargo, lo más revelador de este texto es lo referido al supuesto número de alfabetizados hasta el momento. El autor nos recuerda que en su discurso inaugural ante el Congreso, el Presidente Alan García señaló una línea base compuesta por 3 millones de analfabetos², mientras que, casi un mes después, el entonces Primer Ministro, Jorge del Castillo, redujo la cifra a 2 millones de analfabetos³. La diferencia de un millón en declaraciones oficiales despierta suspicacias, peor aún el hecho de que el gobierno no aclarara si la meta de reducir el analfabetismo a 4% de la población adulta partía de una base de 2 o de 3 millones de analfabetos. ¿Cómo confiar entonces en las espectaculares cifras del logro de este programa?
Por otro lado, las cifras de alfabetizados se publicitaron sin explicar cómo se habían logrado. El PRONAMA nunca definió con claridad su área de intervención y trabajó en dos regiones pobres (Huancavelica y Ayacucho), espacios de habla quechua en los cuales se aplicaron materiales solo en castellano. En nuestro infodiario N.6 resaltamos la insuficiencia de este programa de alfabetización puesto que es necesario que los alfabetizados se acojan posteriormente al sistema de Educación Básica Alternativa (EBA) durante varios años. La EBA no ha sido considerada como estrategia por el PRONAMA y por ello los nuevos alfabetizados corren el riesgo de sumarse a la lista de analfabetos funcionales. Para muestra, el informe realizado por el programa Cuarto Poder del canal 4, presentado el 16 de marzo del 2008 en el que se entrevistó a personas supuestamente alfabetizadas que, luego de tres meses de capacitación, solo sabían escribir su nombre. Asimismo, en vez de crear y publicar literatura adhoc para los recién alfabetizados se optó por una opción de caridad pública recurriendo a las burocracias de varios sectores para que donen sus libros usados; ello fue denunciado por Alonso Cueto nuestro afamado novelista, como la vergüenza de los “libros mendigos” en un país que se precia de espectaculares cifras macroeconómicas. Por otra parte, presentar como gran logro cifras infladas de alfabetizados mientras se tiene abandonada la escuela pública en medios rurales es una contradicción que atenta contra lo que establece el Proyecto Educativo Nacional.
Por todo esto, el Consejo Nacional de Educación recomienda “certificar las competencias en lectoescritura de los egresados del PRONAMA a través de mecanismos técnicos y confiables de evaluación externa, tal como se procede en la educación básica regular para medir los aprendizajes logrados a través de pruebas estandarizadas” (Consejo Nacional de Educación 2009). De lo contrario, el PRONAMA y sus consecuencias será un tema que nos siga convocando en un futuro cercano.
¹ Artículo titulado “EL PROGRAMA NACIONAL DE MOVILIZACIÓN POR LA ALFABETIZACIÓN (PRONAMA): INTENCIONES, TRIUNFALISMO Y REALIDADES” (2009).
² Mensaje en el Congreso de la República, 28 de julio del 2006.
³ Jorge del Castillo ante el Congreso de la República, 24 de agosto del 2006.
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