Cipriani o el político
“He salido al frente de los pobres y de los que han masacrado esta ciudad. Y durante ese trajín no he visto a los de la Coordinadora de Derechos Humanos, esa cojudez” (Juan Luis Cipriani 14/04/1994).
El cardenal Juan Luis Cipriani ha causado polémica siempre y, desde el púlpito, ha participado en el terreno político nacional enunciando su poco cariño por las organizaciones defensoras de los derechos humanos, su predilección por el modelo neoliberal y su cercanía al fujimorismo. Sin embargo, parece que Juan Luis Cipriani considera que la participación política está reservada exclusivamente para él.
Nos sorprendió la sugerencia del cardenal Cipriani al padre Marco Arana: “que deje el sacerdocio”. Esta sugerencia fue hecha durante su programa radial de los sábados en RPP, “Diálogo de Fe”, pues en opinión del cardenal, el padre Arana “quiere dar un paso a la política”. ¿Acaso cuando el cardenal consideraba irrelevantes los derechos humanos, negaba la importancia del Museo de la Memoria, reforzaba la teoría del gobierno sobre el complot internacional, entre otros, no caminaba en el terreno político?
Recordemos que el cardenal Juan Luis Cipriani no solo ha participado en política desde su nombramiento durante el régimen de Alberto Fujimori, gracias al apoyo del Opus Dei (Rafael Rey y compañía), sino que ha evidenciado sus reiterados contactos y cercanía con el poder constantemente. Del mismo modo, su cercanía con el Presidente Alan García es suma. Basta con recordar sus recurrentes declaraciones a favor de las posiciones gubernamentales para notar que el Cardenal y el mandatario son muy buenos aliados.
Por otro lado, no olvidemos que no es la primera vez que el cardenal Cipriani cuestiona la labor del padre Arana como sacerdote. Es más, como el mismo Arana señala, no ha tenido la fraternidad (entre sacerdotes) de hacerlo privadamente, sino que, ávido de atención, lo hace públicamente. ¿Por qué querría el cardenal opacar al sacerdote cajamarquino? ¿Acaso se siente amenazado frente a una figura religiosa con una participación más progresista, que conservadora como la que el cardenal Cipriani defiende? Recordemos el pavor que le tiene Cipriani a todo lo que parezca progresista en la Iglesia Católica y la hostilización a la cual ha sometido a los simpatizantes de la Teología de la Liberación.
En suma, haciendo caso a la sugerencia de nuestro Cardenal sobre la renuncia al sacerdocio si se entra a la arena política, él debería ser el primero en presentar la suya. ¿Lo hará?
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