¿Qué se cocinó en Belém do Pará?

Por: 

Ec. Lic. Hugo Cabieses Cubas

Unas de cal y otras de arena

Ha culminado por ahora el proceso de la Cumbre Andino-Amazónica de Belém do Pará, la misma que, en lo declarativo y sin muchas concreciones, ha tenido aciertos, varias limitaciones y muchos olvidos.

Entre los primeros, mencionamos rápidamente los siguientes: 1) haber puesto en el debate internacional el tema del Bioma en peligro de desaparecer y su relación con el cambio climático, 2) señalar que estamos por llegar a un punto de no retorno con relación a la deforestación, 3) reconocer que se trata de un Bioma no sólo Amazónico sino también Andino, 4) permitir, alentar y recoger las propuestas de representantes de la compleja sociedad civil realmente existente: pueblos indígenas, no indígenas, campesinos, “bosquesinos”, afrodescendientes, pobladores urbanos, mujeres y jóvenes, 5) reconocer la existencia y necesidad de proteger a los Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial PIACI, que son los más vulnerables, 6) declarar que se deben respetar los territorios colectivos e individuales de los pueblos indígenas y no indígenas, 7) aceptar que en los diversos proyectos actuales y futuros deben aplicarse los principios de consulta previa, voluntaria e informada, 8) reconocer que las políticas y estrategias hasta ahora impulsadas por la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica OTCA no han funcionado, 9) señalar los impactos que las actividades ilícitas tienen sobre el Bioma y sus gentes y 10) sentar las bases para que los gobiernos y los Estados tomen preocupación sobre los peligros que nos acechan a todos.

Entre los segundos es necesario señalar las siguientes: 1) no haber acordado metas concretas casi para ningún problema, especialmente en lo que se refiere a la deforestación, 2) no acordar la necesidad de parar la extracción de combustibles fósiles dejándolos en el subsuelo, 3) no criticar sino más bien alentar la estrategia de “bionegocios” extractivos para la exportación, 4) fomentar la mercantilización de los bienes comunes existentes en el Bioma, 5) apoyar la construcción de infraestructura carretera, fluvial, energética que impactan negativamente y muchas veces corrupta, sobre el ambiente y las personas, 6) seguir alentando esquemas de financiamiento del tipo Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación REDD, fuertemente rechazados por la sociedad civil organizada, especialmente los pueblos indígenas, 7) no mencionar para nada el Acuerdo de Escazú para proteger a los defensores del ambiente y el Bioma, 8) no tener en cuenta la necesidad de políticas de fronteras, que no sean únicamente bilaterales sino tripartitas o más, 9) no considerar la prioridad y necesidad de ordenamiento territorial, 9) alentar la creación de nuevos organismos estatales y, 10) insistir en una estrategia de seguridad nacional con policías militares y fiscales para encarar los delitos y no de segurida1d humana y ciudadana. 

Sobre algunos de estos temas versa este artículo, esperando así contribuir al debate que continuará en los próximos meses y años.

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