Hace unas semanas, el Congreso de la República aprobó el proyecto de ley que permite la transformación de los clubes deportivos de fútbol profesional en sociedades anónimas.

De esta forma, se permite a los clubes – una vez establecidos como sociedades anónimas- a fraccionar sus deudas por un plazo de hasta veinte años.
Además, la ley contempla la exoneración al impuesto predial y a los tributos de las actividades sociales y deportivas, gracias a lo cual los clubes obtendrían mayores ingresos por la taquilla de los partidos que disputen. 
Como resultado tenemos: fraccionamiento y exoneración tributaria para los clubes de fútbol.  Siendo los principales beneficiados los clubes: Universitario de Deportes y Alianza Lima cuyas obligaciones tributarias ascienden a S/. 70 millones y S/. 16 millones respectivamente. A continuación pasamos a revisar, brevemente, este hecho.
La política tributaria  en un país es producto de la continua pugna entre grupos económicos de interés y en última instancia refleja la dirección político-económica que persigue el Gobierno de turno. En el caso de los beneficios tributarios para los clubes de fútbol, queda claro que este pequeño grupo se ha visto favorecido, mientras que a las Pequeñas y Microempresas (PYMES) no se les brinda el mismo apoyo. Recordemos que las PYMES son la principal fuente de empleo del país y en la actualidad están en lucha continua por subsistir del vendaval de la crisis internacional. Colocamos el caso de las PYMES, debido a que al momento de ser aprobada esta ley en el Congreso, se propuso incluirlas como beneficiarias de la misma. Sin embargo, esta iniciativa fue rechazada por la bancada del partido oficialista. 
Resulta más preocupante esta situación, en un panorama en el cual los recursos del erario público son escasos. Esto debido a causas estructurales como la ausencia de una efectiva reforma tributaria, y a causas coyunturales como la incertidumbre económica que nos aqueja efecto de la crisis externa. A esto hay que agregar la permanente situación de olvido que agobia a sectores tan importantes para el país como Educación (homologación de sueldos de los profesores universitarios) o Defensa e Interior (el caso de los bonos) quienes pugnan por mayores recursos fiscales.     
Para concluir, priorizar un “salvataje” a los clubes de futbol -con el dinero de todos los peruanos- sobre otras demandas que son urgentes en el país, solo desarropa la desidia del Gobierno por abordar problemas de fondo. De esta forma, el actual Gobierno opta por el aplauso popular con el objeto de no ver mermado su nivel de popularidad y posterga reformas pendientes. Al parecer el ciclo político-electoral ya se ha iniciado.