Esta frase resume el diagnóstico de la economía mundial para los próximos años en palabras de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dichas en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, realizadas esta semana en Washington DC.

Lagarde se mostró más preocupada por el desempleo de los jóvenes, quienes se verán más afectados por la crisis que ahora no solo ataca a Europa y Estados Unidos, sino que ya llegó a América Latina.

Los estudios del FMI muestran que la caída (que no para) de los precios de las materias primas y la apreciación del dólar respecto de todas las monedas del mundo, son de tremendo impacto, especialmente para las economías primario exportadoras como la peruana.

De ahí que quienes dicen que la desaceleración de nuestro país obedece a un tema de confianza de los empresarios, o a las luchas antimineras de Conga o Tía María, están desinformados, o simplemente manipulan para obtener beneficios políticos en periodo pre-electoral.Ridiculeces como las que afirma Alan García, de que basta que lo elijan presidente para que empiece nuevamente el crecimiento, ya son el extremo.

Lo cierto es que para la región hay un gran riesgo de entrar en crisis de balanzas de pagos, es decir los déficit en las cuentas externas –como ya se vienen presentando en Perú, Chile y otros– nos pueden llevar a un proceso de endeudamiento en dólares que acabe con el cuento de que nos íbamos al primer mundo.

Peor aún, grandes corporaciones privadas que han emitido bonos en dólares para apalancar sus inversiones en otros países, van a tener serios problemas a la hora de pagarlos. En el caso peruano, el thinktank OtraMirada.pe ya dio la señal de alerta al mostrar la situación de la empresa de gaseosas de la familia Añaños, Ajecorp, un símbolo de los peruanos empresarios emergentes. Los títulos de deuda de este grupo se han desplomado, pues los ingresos por la venta de sus gaseosas en los países donde opera, no alcanzan para cumplir con sus obligaciones financieras. Eso debido a la subida del dólar en todo el mundo, lo que se traducirá sin duda en despidos de trabajadores.

En esa lista de inversiones riesgosas estarían también varias empresas de los grupos Interbank y Breca. O sea Plaza Vea, Don Belisario, Seguros Rímac, entre otras, estarían pasando por el mismo bache.

La solución no pasa por imponer a sangre y fuego proyectos mineros que no tengan licencia social, pues el mal temporal de la economía ya está entre nosotros. De hecho hay varios proyectos que se han paralizado no por protestas, sino por los bajos precios de los metales.

En fin, la apuesta seria es diversificar nuestra producción, elevar la inversión pública y la capacidad adquisitiva de la población. Además, controlar importaciones, devaluar el sol y otras medidas proscritas deben mirarse de nuevo.