Tres preguntas para David Lipton
Carlos Bedoya
Hace unos días tuve la oportunidad de dialogar con el segundo hombre al mando del FMI. Se trata del subdirector gerente, David Lipton, quien ocupa ese puesto desde el 2011, después de haber hecho carrera en el mundo de las finanzas pasando por el Tesoro Norteamericano, el Citibank, entre otras instituciones pero siempre volviendo al Fondo en diversos cargos.
Lipton, estadounidense de mirada aguileña y profunda, que tiene impregnado en su ADN el Consenso de Washington, atendió varias reuniones y conferencias con ocasión de las reuniones anuales del Fondo Monetario y el Banco Mundial la semana pasada en Lima.
En nuestro encuentro, junto a unas diez personas más, Lipton empezó diciendo que celebraba el éxito económico que mostraban varios países de América Latina, en especial el del Perú, y que le parecía estupendo el cierre de negociaciones del TPP, entre otras cosas.
Ni bien terminó, le hice tres preguntas. La primera fue, en consideración de que ni en América Latina ni en el Perú hay nada que celebrar porque el boom económico terminó y el propio FMI señala que los precios de las materias primas están volviendo inexorablemente a sus precios de largo plazo, ¿Si el Fondo en sus recomendaciones a los países de la región, en especial al Perú les aconsejaría que dejen el modelo primario exportador y se industrialicen?
La segunda fue en torno al TPP. Le pregunté cómo es que este mega acuerdo de comercio y protección de inversiones nos traería bienestar a los peruanos y paliaría la desaceleración económica – como el afirmó – si implicaba que las medicinas se encarezcan debido a que se amplía en al menos 5 años la protección de datos de pruebas de los medicamentos biológicos (en cristiano, que no se puedan hacer genéricos para el cáncer y otras enfermedades, y se deba comprar solo productos de marca muy caros en un país con un sistema de salud hecho leña).
La tercera pregunta que le hice fue sobre el tratamiento de la deuda pública. Si bien no tenemos un problema de ese tipo a la vista, con la caída de los precios de los metales no es descabellado pensar que en un tiempo podamos entrar en un ciclo de endeudamiento (además se ha hecho conocido que un fondo buitre nos quiere cobrar miles de millones de dólares por una deuda comprada en el mercado secundario). ¿Cómo va a adoptar el FMI los 9 principios para manejar la deuda soberana que ha aprobado la Asamblea General de Naciones Unidas recientemente para acabar con los fondos buitres y manejar con soberanía la deuda?
Después del clásico very good questions con el que inician sus respuestas todos los funcionarios del FMI, Lipton dijo que en efecto necesitamos diversificar, no industrializar, pero si diversificar. Sobre el TPP señaló un clásico de la ideología TLC: que es beneficioso porque ampliar el comercio siempre es positivo para la economía (como si no tuviéramos ya tantos de estos acuerdos e igual hay crisis) y que lamentablemente lo de las medicinas es un costo de la transición a una mejoría general (la perversa teoría del costo social). Finalmente sobre la deuda, abiertamente dijo que lo que decidieron todos los países en la ONU no sirve, que lo que promueve el FMI es hacer algunos cambios puntuales a los contratos de los bonos de la deuda soberana de cada país, o sea nada.
Y aunque nada de esto debiera sorprendernos, mi único objetivo al relatar esta breve charla con uno de los cuadros permanentes del FMI es que nadie se despiste por más que de cuando en vez el Fondo nos salga con informes que den la impresión de que está cambiando.
Publicado en Diario Uno, 15 octubre 2015
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