Macri y su neoliberalismo plus
Alfredo Serrano Mancilla
Mil por ciento de rentabilidad. Es la versión plus del neoliberalismo. Es lo que Macri propone al mundo en contra del pueblo argentino. Una gran llamada al capital financiero. La oferta es insuperable. El neoliberalismo logró superar la tasa de ganancia del capitalismo industrial gracias a la financiarización de la economía. Además, sin necesidad de bregar con trabajadores. El sueño para el capital privado. Ganar mucho sin obligación laboral. Sin base material equivalente. El neoliberalismo forjó así un nuevo mundo económico: especulativo, improductivo, ocioso.
Luego de una década, llega Macri y lo rescata, lo ensalza. Es más, lo encumbra hasta la cúspide de la nueva pirámide económica para Argentina. Una nueva estructura a medida para el capital financiero internacional. Solo necesitó cinco días en Nueva York para negociar el pago con dos fondos buitres: Montreux Partners y Dart Management. El principal carroñero de todos aún no da su brazo a torcer. Elliott Management, de Paul Singer, quiere más. Veremos. Macri siempre puede ser más generoso con el capital. Lo del pueblo argentino ya es otra cosa.
Ante tanta generosidad, lo normal sería la adhesión de la totalidad de los litigantes con sentencias favorables del juez estadounidense Griesa. Serían casi 7.000 millones de dólares en efectivo que el Estado argentino debería soltar de sus arcas públicas. Si le sumamos los otros acuerdos con los bonistas y lobbistas italianos, el desembolso ascendería a 8.100 millones de dólares. Lo que va para uno no puede ir para otro. Lección presupuestaria básica. Macri aboga por la reciprocidad: apostar por aquellos que apostaron por él. Fuera queda cualquier posibilidad de destinar ese platal a la educación pública, a programas sociales de vivienda, a políticas de ciencia y tecnología, a reindustrialización. El neoliberalismo a lo Macri no entiende nada de economía real.
No hay magia para esta ecuación de economía política. La respuesta está en la deuda externa, o mejor dicho, la deuda eterna. Se paga para tener acceso al mercado financiero internacional. Pero se va al mercado financiero internacional para pagar. Un gran circulo vicioso neoliberal. Macri, en tan poco tiempo, ha comenzado a demostrar grandes dotes para subirse a este carrusel. Lo hizo desde sus primeros pasos como Presidente. Prometió que había dólares para todas y todos. Pero que tenía que salir a buscarlos afuera. Porque adentro, mejor dejar tranquilos a los dueños del campo. Que hagan lo que quieran con los dólares: que liquiden cuando mejor les venga, que devalúen si así les conviene. La salida neoliberal es siempre la misma, la que viene de afuera. Se fue de gira a pedir prestado dólares a la gran banca privada internacional (JP Morgan, Deutsche Bank, Citibank, HSBC, Goldman Sachs). Tampoco logró tanto como quiso. Tuvo que, por ahora, activar lo mismo que había criticado anteriormente: el swap con China (3086 millones de dólares). Pero en vez de ser usado para desarrollo interno, tal como estaba previsto, se dedicó a eso que llaman “liberalización” en el acceso al dólar. Otra paradoja. Una más. Liberar adentro para quedar atrapado por fuera. Otra fiesta que le costará caro al pueblo argentino: más deuda externa, más deuda eterna.
Macri desea erigirse como el nuevo adalid de la new age neoliberal. Confía en que luego le llegará algún Premio Nobel de Economía, o de la Paz. Cualquiera sabe. Por el momento, Lagarde, desde el FMI, ya lo ha reconocido por sus esfuerzos. No es para menos. Recortes en el sector público, tarifazo de la luz; se viene otro para el gas. La devaluación sigue en marcha: la del tipo de cambio, pero también la salarial.
Macri no debería hablar más de la mano invisible del mercado. Su neoliberalismo plus es demasiado visible.
Publicado en Celag.org. 07 de febrero 2016
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