La quiebra del Silicon Valley

Por: 

Gonzalo García Núñez

El reputado Silicon Valley Bank (SVB) quebró este pasado viernes 10 de marzo. Es la más importante quiebra financiera desde la violenta crisis del sistema bancario norteamericano en el 2008. No hay más too big to fail (demasiado grande para cerrar). 

Tres le siguieron:  Silvergate, un banco especializado. Después, cayo el Signature Bank, un banco de Nueva York de criptomonedas. Otros bancos han visto caer sus precios de mercado como el First Republic Bank. Mas remezones, fluctuaciones, nervios.

Parar la corrida

En el día, el SVB fue intervenido por la autoridad del mercado ¿el motivo? Evitar las consecuencias de la corrida bancaria que, pese a todo el despliegue previsor, cual huayco, se llevó de encuentro a los activos de la institución. Y de refilón complicó la vida a otras entidades que operan riesgos en el mercado de la innovación y la tecnología bitcoin.

Este back run significaba el retiro vertical y masivo de los fondos depositados por los usuarios de los servicios del banco. “Mi plata, quiero mi plata reclamaba el lema combativo de los clientes, enfurecidos y sorprendidos, al confirmarse la noticia. “No alcanza” respondía el back office, al escrutar los saldos de las cuentas en la debilitada contabilidad patrimonial. 

La cobertura no pudo ir más allá de los menguados fondos de los seguros de crédito, habituales amortiguadores de ahorros perdidos. 
Ayer el anuncio afecto crudamente al mercado de acciones financieras en el mundo entero: Casi 500 mil millones de dólares se evaporaron antes de cualquier rebote.

Desvalorización del capital

¿Qué ha perdido el sistema financiero con la quiebra? Al décimo sexto banco más grande de Estados Unidos. Y una pérdida de capital patrimonial estimada en 220 mil millones de dólares. 

Fundado en 1983, SVB se especializó en gestionar activos de última generación, sobre todo de las empresas GAFA, las tecnológicas y globales. SVB, como todos los bancos USA, tiene carteras de préstamos que han concedido a tasas bajas – antes de la subida de tasas- se calcula que estos portafolios han perdido entre un 20% y un 40% de su valor.  Auch. 

De allí la necesidad de no disimular el miedo a la diseminación de esta situación de marcha en reversa aplicable al conjunto de las instituciones prestamistas. De allí la inmediata reacción: cierre.

Además, SVB fue uno de los soportes de la aventura de la financiación del startup up. Nótese que son empresas tecnológicas de alto riesgo, generalmente desprovistas casi de capital material, pocos fondos propios pero prometedores -por ofrecer generosos- rendimientos si funciona la apuesta a las iniciativas (tipo IA) de los jóvenes cerebros sin historial crediticio. 
Gestionó también el flujo de dinero de estas máquinas de generar efectivo que son las grandes empresas que operan los desarrollos comerciales de nuevos descubrimientos científicos e innovaciones de la ingeniería de procesos chips.  

Según la prestigiosa agencia Reuters, SVB fue el socio bancario de casi la mitad de este tipo de negocios emergentes de los EE. UU. que cotizaron en bolsa de valores durante el año 2022.

El modelo de negocio timba se apoyaba en captar recursos de costo cero comprometido a tasas mínimas o negativas. Colocarlo en aportes a Fondos de capital de riesgo y también de inversiones de capital privado timbero.  

Liquidez lujuriosa

El SVB era pieza clave de un sistema banco empresarial de lazo cerrado, así descrito por el lenguaje de ingeniería de sistemas. 

En 2021, el sector tecnológico pegó un salto por la pandemia. Los startups consiguieron levantar muchos recursos al incrementarse la demanda del trabajo remoto ¡Quien captaba los recursos para financiar el capital de riesgo? El SVB. Los depósitos subieron de 102 a 189 mil millones de dólares. El banco invirtió este diferencial de liquidez en inversiones a largo plazo de menor rendimiento y menor riesgo hasta poco cuando se invierte la curva de tasas, en particular de bonos del Tesoro de EE. UU. Largo plazo por definición. Pero ¿qué ocurre cuando las tasas de corto son mayores a las de largo plazo? Coeficiente critico que ha anunciado todas las crisis mundiales, la curva de tasas se ha invertido, la tasa de corto es mayor a la de largo plazo, señal de crisis, contraria el comportamiento “habitual” de las mismas. Hay colaterales. A partir del 2022, las acciones tecnológicas caen de precio por causas asignadas, principalmente a la política monetaria. (alza de tasas de corto de la Reserva federal) Que encarece el costo del apalancamiento. Al elevarse la tasa de interés de referencia, muchas de las firmas tecnológicas chocan con dificultades crecientes para recaudar fondos a medida que suben las tasas de la política monetaria -hasta poco acomodaticia- de la Reserva Federal estadounidense (FED): De negativas a 0% hace un año, la tasa de referencia se ubica en 4,75%. Por eso esta transición tiene un costo. La inflación no decae, los precios se mantienen altos y el mercado de trabajo no cede.