La carrera de los bancos centrales hacia el dinero digital
Alejandro Narváez Liceras(*)
El desarrollo de las criptomonedas en los últimos años ha desencadenado un debate sobre sí los bancos centrales (BCs) podrían emitir monedas en formato digital. Alguna literatura reciente sobre las monedas digitales emitidas por BC (CBDC, por sus siglas en inglés) intenta dar luces sobre la viabilidad de dicho proyecto, las formas que puede adoptar, así como las ventajas y desventajas que éstas tendrían para los ciudadanos en general.
Pero antes de continuar, conviene hacer una advertencia: las CBDCs no son criptomonedas. Son, una respuesta de los BCs preocupados por la aparición y el auge de las criptomonedas libres en el mundo, como el Bitcoin (BTC). Son el último intento de estas instituciones que manejan la política monetaria de un país por mantenerse vivos en tiempos donde su papel está severamente cuestionado por manipular los ciclos económicos, por su intervención discrecional “sucia” en los mercados de divisas y perdido credibilidad ante la sociedad. Las recurrentes crisis financieras a las que hemos asistido, han sido en gran medida el resultado del papel discrecional asimétrico de la política monetaria seguida por los BCs.
¿Qué es realmente una CBDC?
Una CBDC (siglas en inglés que significa Central Bank Digital Currency) es dinero fiat emitido en formato digital, que adquiere valor debido a un decreto dado por una institución centralizada que la emite y controla, en este caso un banco central, y, por tanto, tiene valor de curso legal. No está respaldada por un producto físico alguno (como el oro o la plata) y no tiene valor intrínseco. Difiere de otros medios de pago electrónico (por ejemplo, las tarjetas de crédito o débito) porque representa un pasivo del banco central y no de una institución privada.
El concepto de CBDC no es nuevo, al igual que el de las criptomonedas. La primera mención de una CBDC la hizo James Tobin, (Premio Nobel de Economía en 1981) en su Paper: “Financial innvation and deregulation in perspective” en 1985. Desde entonces, la idea de crear una moneda digital siempre estuvo latente. Sin embargo, el auge del internet, la llegada de los sistemas de pagos digitales, y la irrupción de las criptomonedas, llevaron a los BCs a plantearse seriamente, cómo seguir teniendo el monopolio de crear dinero y el control del mismo.
También hay otras razones que justifican el interés creciente de los bancos centrales en las monedas digitales. Por un lado, la propia competencia entre bancos centrales, que no quieren quedarse atrás ante el riesgo de que una CBDC extranjera gane atractivo más allá de sus fronteras y suponga una amenaza para sus monedas domésticas y su soberanía. Por otro lado, la amenaza similar que pueden representar las criptomonedas, sobre todo aquellas de alcance global impulsadas por grandes empresas tecnológicas.
Asimismo, los BCs temen que el progresivo desuso del efectivo como medio de pago, que se ha visto acelerado durante la pandemia, terminé dejando de lado al dinero de curso legal y haya una mayor dependencia del dinero y los medios de pago privados. También hay quienes piensan que las CBDCs, pueden ayudar a los gobiernos a alcanzar objetivos políticos, económicos, geopolíticos y geoeconómicos en el mundo, y donde el espionaje a los ciudadanos llegará niveles nunca vistos antes.
Una CBDC no es una criptomoneda. No es Bitcoin.
Es fácil confundir una CBDC con una criptomoneda. Es importante entender que una CBDC es muy diferente a las criptomonedas por excelencia. Es el polo opuesto al Bitcoin. i)El BTC es dinero digital generado por un software instalado en una red descentralizada de computadoras donde la tecnología blockchain (cadena de bloques) sirve de soporte para gestionar las transacciones en bitcoins de forma segura, anónima, descentralizada y fuera del control de los gobiernos, ii) La emisión de una CBDC es centralizada y controlada por el banco central, y iii) El BTC es limitado, pues su oferta se sólo 21 millones de bitcoins y no pueden crearse más. En cambio, las CBDCs pueden ser emitidas por los bancos centrales a discreción como lo hacen actualmente con el dinero fiat.
Objetivos de las CBDC
Podemos identificar los siguientes: i) Generar una nueva forma de dinero capaz de aprovechar las nuevas tecnologías disponibles, ii) Facilitar los medios de interacción económica y financiera tanto a nivel nacional como internacional, iii) Crear nuevas estructuras económicas y financieras capaces de abrir puertas a inversiones importantes entre países iv) Estimular la competencia entre sistemas de pagos haciendo que estos sean más económicos y con mayor alcance, v) Crear mecanismos de control de política monetaria cuya actuación sea inmediata, etc.
Por supuesto, estos son los objetivos de cara a la economía y las finanzas, pero también hay otros: i) Crear una estructura tecnológica que permita rastrear el curso del dinero desde su origen hasta su ultimo actor en todo momento, ii) Sustituir el anonimato del dinero por un “anonimato controlado” por los bancos centrales que controlan las CBDCs, y iii) Perpetuar los mecanismos políticos, económicos y financieros vigentes pasando por encima de las libertades individuales.
Pros y contras de las CBDC
Entre los pros encontramos los siguientes: i) Permite la creación de un sistema de pagos, emisión de dinero, y control del mismo de una forma mucho más eficiente, incluso en tiempo real. ii) Pueden abrir las puertas a una mayor inclusión financiera de los ciudadanos. Esto gracias a que sería posible crear monedas de CBDC de forma mucho más sencilla, iii) Generarían una mayor competencia entre las entidades del sistema financiero reduciendo costos de transacción.
Por otro lado, entre los contras podemos mencionar: i) No existe una legislación clara aún sobre cómo las CBDCs serán emitidas y controladas, ii) Existen conflictos entre derechos y libertades individuales, por ejemplo, el uso de las CBDCs y su capacidad para el espionaje de los ciudadanos, y iii) El hecho de que sean sistemas completamente digitales abre la posibilidad de que puedan ser manipuladas por hackers.
Proyectos de CBDC en el mundo
Según el Índice Global Central Banks Digital Currencies 2022, elaborado por la consultora PwC, más del 80% de los BC de todo el mundo están considerando lanzar o ya tienen su moneda digital. Los bancos emisores de Nigeria, Bahamas, China, Hong Kong, Singapur, Uruguay, son algunos de los que cuentan con proyectos más avanzados y lideran el ranking mundial. Sin embargo, no hay criterios tecnológicos comunes para su desarrollo ni un marco legal que regule su funcionamiento.
El yuan digital chino o DCEP (Digital Coin Electronic Pay) es el que en los últimos años ha llamado la atención del mundo. China es la primera gran economía que ha apostado fuertemente por transformar su yuan fiduciario en formato digital. En cambio, los proyectos EUROChain del BCE y el FEDCoin, de la FED están aún muy lejos.
En LATAM (América Latina), hay más de 10 proyectos de CBDCs en marcha, entre los que destacan: En fase de prueba piloto: Uruguay y Jamaica, en fase de prueba de concepto: Brasil y en fase de análisis e investigación: México, Guatemala, Honduras, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay. En definitiva, las CBDC se están abriendo paso en varios países del mundo, gracias al camino iniciado por las criptomonedas y el avance imparable de las nuevas tecnologías disruptivas (L,14/10/22/).
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(*) En Profesor Principal de Economía Financiera en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y director del Instituto Internacional de Economía y Empresa.