En una millonaria campaña mediática, se vienen emitiendo “avisos contratados” a través de un conocido medio de noticias a nivel nacional, los mismos que son suscritos por una ONG ligada a la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) y donde se pretende en base a un discurso chauvinista y medias verdades, confundir a la opinión pública, para justificar el inadecuado uso de nuestro principal recurso marino: la anchoveta, así como también el enriquecimiento de las empresas productoras de harina de pescado, en perjuicio de todos los peruanos.

En un primer “aviso contratado” (video), de lo que parecería ser una serie a la que denominan “Crisis Pesquera”, se pretende cuestionar la prohibición para la pesca industrial dentro de las cinco primeras millas marinas de la zona sur del país, bajo el argumento que “los pescadores chilenos, capturan varias veces lo que los peruanos, debido a la prohibición para la flota industrial, de pescar dentro de las cinco primeras millas, en la zona sur del país.”

El Decreto Supremo 017-92-PE, promulgado en el año 1992 por el entonces Ministerio de Pesquería, declara a las cinco primeras millas marinas de la costa peruana como “zona de protección de la flora y fauna existente en ella” y prohíbe “el desarrollo de actividades de pesca para consumo humano directo o indirecto con redes de cerco, así como el uso de métodos, artes y aparejos de pesca que modifiquen las condiciones bioecológicas del medio marino.”

“Los bordes costeros de los océanos son los lugares con mayores capturas, así como un espacio en donde un número importante de especies desova y crece. Por tanto, proteger dichas franjas marinas de las embarcaciones pesqueras poco selectivas y de abundantes capturas significa no solo mantener el volumen de extracción pesquera sino también garantizar la alimentación de millones de seres humanos” (J.C. Sueiro).

El pretender que las embarcaciones industriales ingresen a pescar dentro de las cinco millas marinas, bajo el patriotero argumento de “mejor lo extermino yo, antes que el vecino” es una pretensión peligrosa e incoherente, que haría tabla rasa de la ciencia mundial sobre la protección de los ecosistemas marinos. Para el caso concreto del recurso anchoveta, que se desplaza entre el sur del Perú y el norte de Chile, se hace imprescindible un acuerdo de pesca consensuado entre ambas naciones, que viabilice la protección de este valioso recurso en beneficio de la salud y nutrición de las generaciones futuras.

Hace algunas semanas la señora Cayetana Aljovín, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), publicó en el diario Correo, un artículo al que denominó “No todo lo que es parece”, donde cita a un “destacado ecólogo pesquero Ray Hilborn” quien indicaba que “en base a evidencia científica,” dejar de pescar anchoveta para la elaboración de harina de pescado para el consumo animal, tendría un serio impacto ambiental para las zonas de la Amazonía brasileña donde se cultiva soya y que se requeriría la tala de 60 mil kilómetros cuadrados de la selva, para habilitar nuevos campos de cultivo de soya en reemplazo de la harina de pescado.

Concluyendo su artículo la Sra. Aljovín indica: “la ciencia ha demostrado que una pesca bien administrada, como la que se realiza en el Perú con la anchoveta, tiene un impacto ambiental global mucho menor que la agricultura. Por ello, pongamos siempre la evidencia antes de decidir qué es lo mejor para el planeta y la alimentación mundial.”

Realmente, es muy difícil de entender, que una pesca que dice ser bien administrada y que dice preocuparse por el “impacto ambiental global y la alimentación mundial”, pretenda ingresar a pescar dentro de las cinco primeras millas marinas del litoral sur del país, con el severo daño ecológico que esto implicaría; tampoco se entiende su preocupación por que “el Perú sea reconocido como un actor importante para la seguridad alimentaria mundial,” cuando en el Perú 3.1 millones de personas (9.7 de la población) están subalimentados y sufren de hambre (FAO, Informe sobre hambre en el mundo 2018); así como el 43.5% de niños entre los 6 y 36 meses sufren de anemia (ENDES 2019); realmente es muy, pero muy difícil de entender.

En este marco, “La anchoveta, no solo es una fuente única de ácidos grasos esenciales (EPA y DHA), sino también de proteínas y aminoácidos esenciales, así como una fuente completa de micronutrientes con una alta biodisponibilidad. Estos incluyen los minerales calcio, yodo, zinc, hierro, selenio y las vitaminas A, D y B” (FAO); en suma, la anchoveta es uno de los alimentos más completos de la naturaleza.

En su 1er. Artículo, la Ley General de Pesca (DL Nº 25977) indica: “La presente Ley tiene por objeto normar la actividad pesquera con el fin de promover su desarrollo sostenido como fuente de alimentación, empleo e ingresos y de asegurar un aprovechamiento responsable de los recursos - hidrobiológicos, optimizando los beneficios económicos, en armonía con la preservación del medio ambiente y la conservación de la biodiversidad”, objetivo que por lo antes expuesto no es cumplido, con el consiguiente perjuicio para todo el país.

* Abanto-Asociación Pesquera para el Consumo Humano