La bancada Dignidad y Democracia es un nuevo grupo legislativo formado por seis congresistas disidentes del nacionalismo.

La bancada Dignidad y Democracia es un nuevo grupo legislativo formado por seis congresistas disidentes del nacionalismo. Se trata de los legisladores Juan Pari, Esther Saavedra, Natalie Condori, Claudia Coari, Justiniano Apaza y Amado Romero. Esta importante pérdida configura un nuevo escenario para la bancada oficialista que se queda ahora con 37 congresistas, apenas uno más que el principal grupo de oposición, Fuerza Popular.

Las razones del cisma son de carácter político. Si bien la gota que derramó el vaso fue la imposición de la congresista Ana María Solórzano como candidata oficialista a la presidencia del Congreso, los desacuerdos por la forma autoritaria y personalista cómo se dirige el partido de gobierno son de larga data. No es casual que el grupo disidente sea conformado por congresistas de provincia, cuya postergada agenda (política agraria, derechos sociales, entre otros) ya no encontraba vías de realización con el nacionalismo. Habría pesado también algunos muestras de discriminación que habrían sufrido estos congresistas exigiéndoles que sean votos y no voces en el parlamento.

¿Quiénes son estos congresistas que se rebelaron contra el verticalismo del dúo Humala-Heredia?

Juan Pari. Congresista por Tacna, la experiencia congresal de Pari se inicia en diciembre de 2009, cuando juramentó como Congresista en reemplazo del fallecido legislador Juvenal Ordóñez. Como Presidente de la Comisión del Trabajo tuvo un importante rol en la elaboración de la Ley General del Trabajo que luego, lamentablemente, fue archivada.

Esther Saavedra. Congresista por San Martín, Saavedra ha mostrado una posición sólida, crítica y frontal contra las formas de hacer política de Nadine Heredia. “No vamos a agachar la cabeza ante una persona que no ha sido elegida por el pueblo”, expresó la ex congresista oficialista sobre la imposición de Ana María Solórzano. Ha realizado un trabajo notable en la Comisión de Relaciones Exteriores.

Natalie Condori. Congresista por Tacna, Condori tiene pendiente el cumplimiento de su agenda regional. ¿Será esta nueva bancada la oportunidad para recuperar la agenda de la gran transformación para la región que representa? 

Claudia Coari. Congresista por Puno, Coari ha sido una líder histórica de la Confederación Campesina del Perú. Durante su gestión ha impulsado proyectos de ley importantes como la Ley de Consulta Previa y la Ley que establece medidas para la protección del Lago Titicaca. Su alejamiento de la bancada oficialista puede ser la oportunidad de ubicarse mejor en el panorama político como una congresista critica al gobierno.

Justiniano Apaza. Congresista por Arequipa, Apaza ha sido Diputado en la década de 1980 por el partido Unión de Izquierda Revolucionaria (UNIR). Sin duda, estamos ante un político de importante experiencia que hoy se desempeña como empresario en Arequipa. Entre otras cosas, se le recuerda porque fue uno de los nacionalistas que votó contra la Ley Servir.

Amado Romero. Congresista por Madre de Dios, Romero fue suspendido de su labor parlamentaria por 120 días por su relación con la minería informal. En ese sentido, su posición de disidencia parece más oportunismo político.

Se espera que la bancada Dignidad y Democracia actúe de forma colectiva, aunque no será fácil dado que el nacionalismo y el plan de la gran transformación ha sido su proyecto político y, abandonarlo, es un golpe también a nivel personal. La oportunidad de Dignidad y Democracia en el Congreso es hacia el centro político para situar alguna de sus agendas en el debate. La mejor de las suertes para estos legisladores que le dijeron no al autoritarismo de la pareja presidencial.