En el VRAE está el narcotráfico
Con motivo de la emboscada y asesinato de 14 miembros de las Fuerzas Armadas en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), la derecha peruana, el fujimorismo y el gobierno aprista han levantado el cuco senderista afirmando que el problema en el VRAE es Sendero Luminoso (SL). Sin embargo, Rómulo Pizarro, presidente ejecutivo de la Comisión para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), afirma que el real problema son los narcos.
¿Qué es lo que sucede? El VRAE constituye la zona de mayor producción de cocaína en el país con 15 a 16 mil hectáreas de cultivo de coca para fines ilegales1. En esta enorme producción de droga participan remanentes senderistas de dos maneras: como sicarios del narcotráfico o como firmas que pertenecen a la cadena de producción. Por ello, para defender este negocio, que mueve millones de dólares, los narcotraficantes, incluidos los remanentes senderistas, utilizan los medios necesarios para detener al Estado. La evidencia es el lamentable atentado que dejó el saldo de 14 muertos.
Para atacar el problema, es preciso apuntar bien al objetivo: el narcotráfico. A los senderistas ubiquémoslos en su real lugar pues no existe un tal rebrote. Como afirma Carlos Tapia, columnista del diario La Primera, durante la década de 1980 SL fue derrotado en el VRAE y los remanentes se recluyeron en Vizcatán. La idea de que, en la actualidad, SL busque una expansión desde el valle y apoderarse luego del país es errada. Lo que existe en la zona del VRAE es un problema de narcotráfico articulado con remanentes de SL.
No necesitamos utilización política de este atentado, para asustar a la población con fines no tan ocultos, sino la elaboración de un plan estratégico eficiente que enfrente el real objetivo. ¿Cuántas muertes inocentes más son necesarias para que esta estrategia contra el narcotráfico se haga realidad?
1 El Comercio 14/04/2009.
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