El mundo frente a la globalización: la geopolítica en torno al corona virus

Por: 

Wim Dierckxsens, Walter Formento

El Nuevo Corona Virus como vehículo geopolítico

El Nuevo Coronavirus, que oficialmente se denomina “COVID-19, ya ha tenido un gran impacto mundial. Debido en buena medida gracias a los grandes medios de comunicación del capital financiero globalista (CNN, BBC, Deutsche Welle, Washington Post, New York Times, AFP, AP, etc.). 

Apple fue el causante del primer pánico cuando anunció que esperaba una baja en sus ganancias debido al cierre de la producción en China relacionado con el coronavirus. China representa un 30% de la producción mundial y se esperaba la quiebra de muchas empresas en China a menos que sean rescatadas por el gobierno (que sin lugar a dudas lo hará) tendrían efectos graves en la propia economía china y más allá. En una época globalizada los efectos se dan en cadena de valor más allá de las fronteras chinas, por lo que se estimaba una baja en el comercio mundial de 600 mil millones de dólares. 

El objetivo claramente es causar angustia entre inversores en torno a las bolsas de valores en el mundo con el objetivo de generar una gran crisis mundial, dejando colapsar las burbujas privadas (de vivienda, autos, etc.), públicas y empresariales. Esta mega-crisis ya estaba en el aire desde que Trump fue electo en 2017 y los globalistas no lograron provocar su estallido hasta ahora ni sacar a Trump de la casa Blanca por motivos ampliamente abordados en trabajos anteriores nuestros. El corona virus vendría a brindar una nuevaoportunidad para causar la “crisis” en plena campaña electoral, que pueda ser “instrumentada” para evitar la reelección de Trump.   

Aparecieron y aparecerán muchas noticias y artículos sobre el impacto mortal que tendría la pandemia a escala mundial, aparentemente para generar una situación de pánico mundial. Todo el complejo de medios de comunicación globalista (CNN; BBC; Deutsche Welle, etc.) repetía hasta el cansancio que Beijing -Pekín- estaba «mintiendo» y perdiendo el control sobre la epidemia y su economía.

Con “racismo” incluso acusaban al propio BRI (La Nueva Ruta de Seda) de ser una pandemia y que era «imposible de poner a China en cuarentena». Cuando China parecía lograr tener el control sobre la pandemia aparecen como “salidos del infierno” casos en cada vez más países fuera de China, en primer lugar en el Lejano Oriente: Japón y  Corea del Sur y luego siguiendo la Ruta de la Seda vía Irán aItalia. La OMS informó el 25 de febrero que unas 77 mil personas habían sido afectadas por el virus con 2.600 muertos, pero que Pekín aparentemente ya lo tenía bajo control. 

Para hacerlo más impactante aún y crear así pánico a nivel mundial comienzan a inventariar los casos esporádicos en el mundo entero, como si ya tuviéramos una pandemia a escala mundial. Brasil, Grecia, Pakistán  confirman su primer caso, Kuwait, Irak,  Bahréin y Libano confirman posibles casos, Finlandia el segundo caso y Francia incluso un segundo muerto. Se difunde que Reino Unido planea hacer pruebas al azar en la población con síntomas parecidas al coronavirus. 

En el mismísimo EEUU, donde aparente y curiosamente, a estas alturas aún no se han reportado casos más allá de las personas que estuvieron en un crucero, los demócratas están politizando el virus pidiendo que Trump destine 8.5 mil millones de dólares para evitar la pandemia en su país. El presidente en cambio es de la opinión que basta 2.5 mil millones de dólares.

Es impresionante toda la publicidad que recibe la ´pandemia´ y, más aún, cuando sabemos que según cifras de la OMS mueren hasta 650.000 personas al año (54.000 al mes) por enfermedades respiratorias relacionadas con la gripe estacional. Aparentemente nada pasa en el mundo para las plataformas globales de comunicación cuando esto sí sucede año trasaño. Lo anterior no deja duda que se trata no tanto de una epidemia, sino de toda una campaña comunicacional y política, y en nuestra opinión, con el objetivo de acelerar el estallido de una crisis financiera y general en el mundo, que ya venía en desarrollándose desde fines de 2018.

Las grandes plataformas de comunicación nos informan segundo a segundo sobre el mal humor, los nervios y los subes y bajas en las bolsas de valores en el mundo y los inversionistas presionan a los medios de comunicación para impulsar el pánico. Sin embargo, los movimientos en la bolsa nunca son lineales y si comparamos la actual caída en la bolsa, ésta nada tiene de diferente a los movimientos que se observaron en el año 2019, como puede verse en el Grafico N°1.

¿No han podido salirse con la suya? Las cuatro grandes empresas tecnológicas globalistas(Facebook, Apple, Amazon y Microsoft) comprenden el 11% del Mercado bursátil y las acciones de las corporaciones FANG bajaron en total por un monto de 350 mil millones de dólares en 6 días y no han logrado que bajasen críticamente sus acciones al venderlas. Se habla de porcentajes históricos cuando en realidad no pasan del 10%. Según el Wall Street Journal Almanac de 1999 hubo bajas de 22% en un día el 19 de octubre de 1987. Esta situación demanda una explicación.

Graham Summers analiza y observa que hay 5 MAGA (Make America Great Again) inversionistas que compran dichas acciones a toda costa al saber que harán fortuna durante el Segundo período de Trump. Así han logrado hasta ahora evitar que los cuatro globalistas (Microsoft, Apple Amazon y Facebook) logren manipular la bolsa a su antojo. Por lo demás, Trump hará lo imposible para que la Reserva Federal (FED) intervengamasivamente para que la bolsa no colapse mientras esté en campaña electoral. Una nueva baja en la tasa de interés está a la vista.

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Publicado en el Observatorio de la crisis

 

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