La semana pasada, el diario El Comercio atacó con bajeza a Salomón Lerner G. y Nicolás Lynch –de esta casa-

poniéndolos en un mismo saco con varios personajes que hoy están presos por haber vendido sus conciencias y sus acciones políticas a cambio de dinero y acceso al poder.
¿Cuál es la razón de estos infundios? Apoyar abiertamente la candidatura de Ollanta Humala.
Otra Mirada respondió el viernes pasado solidarizándose con Salomón Lerner G. y Nicolás Lynch, recordando que su trayectoria siempre ha sido de izquierda y que su participación en los primeros meses del gobierno de Alejandro  Toledo, como la de mucha otra gente de izquierda en ese momento, fue para apoyar la transición democrática amenazada desde varios frentes por la mafia y sus múltiples cómplices.

Para algunos lectores de Otra Mirada, esto ha significado una suerte de indeseable alineamiento de OM con el proyecto político que hoy encarna Ollanta Humala. Esa es una apreciación equivocada. Humberto Campodónico, miembro del comité directivo de OM, se mantiene como un izquierdista que al momento no ha tomado partido en cuanto a adhesiones a proyectos políticos específicos. Pedro Francke, por otro lado, forma parte de la Comisión Política del movimiento liderado por Marco Arana, Tierra y Libertad. Carlos Monge, un quinto miembro del comité directivo de OM, participa activamente en el mismo. Si El Comercio hubiese atacado a Campodónico, Francke o Monge con la vileza con que atacó a Lynch y Lerner, tengan por seguro que Otra Mirada hubiese protestado de la misma manera.

Lo que hay que entender es que Otra Mirada es un espacio en el que varias personas colaboramos en el objetivo de construir -precisamente- otra mirada sobre el país, sus problemas y sus soluciones, combatiendo la hegemonía política que el neoliberalismo pretende mantener en el Perú. En ese camino, cada uno de nosotros, y eso incluye al equipo de investigadores/redactores que trabaja en Otra Mirada, irá decidiendo qué candidato o partido apoya. Ese es un derecho ciudadano inalienable. Pero seguiremos juntos desde OM levantando esas otras miradas que el país y su clase política necesitan para abrir paso a un Perú mejor que este país de desigualdades y exclusiones que 18 años de hegemonía neoliberal nos han dejado. La defensa, la verdad y la práctica de la solidaridad, dejando de lado diferencias que podamos tener, es parte de ese camino. Ese es el sentido profundo de nuestra respuesta del viernes pasado, en la que nos ratificamos.