Cuando digo NO, es NO

Hoy, 8 de marzo, conmemoramos un nuevo Día Internacional de la Mujer en medio de actividades diversas, pronunciamientos, premiaciones, etc. Lamentablemente, lo hacemos también en medio de cifras desalentadoras que evidencian la necesidad de poner en agenda con urgencia los derechos de las mujeres. Esa no es una lucha exclusiva de ellas, sino de todos los que añoramos convivir en una sociedad donde nadie sea discriminada o violentada sólo por ser mujer.

Este 8 de marzo, además, tiene un preámbulo vergonzoso por decir lo menos. El día miércoles, en conferencia de prensa, el promotor de la revocatoria a la alcaldía de Lima, Marco Tulio Gutiérrez, tuvo declaraciones que no sólo son infelices, sino que revelan las creencias de este sujeto como las de un buen sector de peruanos. Refiriéndose a la participación de Susana Villarán en un debate, mencionó “las damas siempre dicen que no y terminan diciendo que sí. Ese es el encanto de las damas”. Inmediatamente esta afirmación fue rechazada en medios y redes sociales y, preguntado al respecto, este señor indicó que se trató de una “broma”.

Ninguna broma constituye una inocencia y dice mucho de quien las enuncia. El lenguaje nunca es accidental y revela la ideología y creencias de quién lo emplea. El señor Gutiérrez, que ha caído en “tropiezos” verbales en más de una ocasión (recordemos su lamentable “soy maricofóbico”), no ha hecho sino evidenciar el carácter más vil del machismo en nuestro país: la creencia de que las mujeres no son sujetos, sino objetos, que se puede hacer con ellas lo que se desee (si me dices que “no”, no importa, sé que al final me saldré con la mía), que su voz no cuenta.

La objetivación o cosificación que se hace de la mujer la viven cada día cuando el acoso callejero les impide caminar tranquilamente ya que son, por ser mujeres, blancos del silbidito impertinente, la mirada invasiva y, peor aún, la explicitación grosera y abusiva de la imaginación de algún tipejo que nunca falta. Y, ante este abuso tienen, muchas veces, que sobrevivir a otro aún peor: la defensa del maltrato señalando que la culpa es de ellas por vestirse de tal o cual modo o caminar de tal o cual manera.

Si bien la “cosificación” de la condición de mujer ha disminuido con el pasar del tiempo, en un segundo momento han sido consideradas “sujetos con necesidad de tutela”. En el siglo XIX, el Código Civil peruano señalaba que en aras de “educar” a la mujer, el varón podía disciplinarla físicamente. El discurso que defiende esta visión de la mujer como sujeto de segundo orden no se ha erradicado, basta notar en ciertos Marco Tulios cómo se cree que las mujeres no son capaces de defender con firmeza sus decisiones. De ahí a considerarlas poco aptas para votar (toda vez que sus decisiones son así de débiles) hay un solo paso. ¿Seguiremos tolerando “bromitas” de este tipo?

En el Perú, el año pasado, 97 mujeres fueron víctimas de feminicidio y Lima es la ciudad que presenta la tasa más alta de estos casos en el país. Hoy, en el Día Internacional de la Mujer cabe recordar que si bien muchas mujeres valientes lucharon porque hoy las nuevas generaciones gocen de derechos fundamentales, toca todavía encabezar luchas por la igualdad y el respeto que aún no alcanzan a todas las mujeres. Esta no es una agenda femenina, esta es una agenda ciudadana y por ello, el rechazo rotundo a las muestras de machismo debe ser enfático y debe realizarse en todos los fueros necesarios, porque la voz de la mujer tiene la misma fuerza que la de un hombre y cuando ella dice que “NO” es “NO”. 

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta se hace para comprobar que es usted es o no una persona real e impedir el envío automatizado de mensajes basura.
Image CAPTCHA
Enter the characters shown in the image.