Uno de los pilares que ha sostenido el continuismo neoliberal en estos años ha sido el secuestro mediático que ha logrado la derecha económica y política, durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García. Casi todos los medios, escritos, radiales y televisivos importantes, le han llevado el amén al poder de turno. Ellos han fabricado y destruido candidatos e impuesto la agenda de lo que era “sensato” o no discutir en los espacios públicos. Es más, si alguien, en estos años ha osado cuestionar el sentido común neoliberal, rara vez ha merecido un debate de sus argumentos. Por el contrario, las más de las veces ha sido objeto de la burla o la descalificación, siendo nominado con el mote de “antisistema”, es decir, contrario al orden establecido y por lo tanto pasible de persecución política y judicial.

 Este secuestro mediático es el que está siendo roto con la presencia cada vez más extendida de los blogs, especialmente aquellos que se dedican a la crítica social y política. Estos son espacios, en su mayor parte independientes de los poderes económico y político, que han venido a refrescar y enriquecer el debate público en el país. Esto último ha sido especialmente claro en los últimos sucesos de Bagua, en los que el gobierno, puesto contra la pared por su incompetencia y criterio reaccionario para tratar la movilización de los nativos amazónicos, optó por la represión, no solo policial sino también contra las radios locales independientes contrarias al régimen y favorables a la movilización social, cerrando “La voz de Bagua” pero amenazando todas las demás.  Sin embargo, a la luz de los hechos de los últimos días, parece que la tarea no ha quedado terminada.
 
La presentación y luego abrupto retiro, suponemos que por una contraorden de Palacio, de un proyecto de ley que endurecía el tratamiento a los periodistas y medios en los casos de rectificación de información, es muestra de ello. En especial por las dos novedades que el proyecto incluía, primero incluir a los medios que se difunden por internet y segundo hacer  al medio “tercero civilmente responsable” de lo que diga el periodista. La primera de ellas es explícita en incluir a los blogs, además el congresista aprista José Vargas, autor de la iniciativa, se ha referido al tema en las entrevistas que ha concedido sobre el tema. La segunda, apunta a que los medios induzcan una cultura de censura previa para no ser víctimas del afán represivo de la ley. En el caso de los blogs, generalmente espacios que carecen de una estructura institucional importante, el reclamo abusivo puede liquidarlos.
 
A esto se agrega, la denuncia, a todas luces injusta y excesiva,  del ex congresista Jorge Mufarech contra el conocido bloguero José Alejandro Godoy  (“Desde el Tercer Piso”), por difamación, en la que le pide la suma de un millón de dólares de reparación, todo ello, a pesar de que Godoy ha publicado la respectiva carta notarial de Mufarech. ¿Pura coincidencia? Queremos pensar por la salud de la democracia que así es. Sin embargo, a todos los que batallamos incesantemente por la libertad de expresión desde diversos espacios eso nos huele muy mal.
 
¿Podrá Alan García con los blogs? Ojalá que los compañeros se corrijan en la práctica debatiendo también por estos medios, como lo hacían antaño sus padres y sus abuelos, con publicaciones clandestinas, buscando romper el secuestro mediático al que a ellos los sometió la vieja oligarquía. Así, podríamos enriquecer el debate y beneficiar al país en lugar de estar engordando los expedientes del Poder Judicial y convirtiendo el secuestro mediático, a lo sumo, en un diálogo de sordos.