Chiquero mundial
Rudecindo Vega Carreazo
Lima no es ni será potencia mundial como lo propuso el alcalde, su gestión cargada de impotencia, quisiera convertir la ciudad, para gusto y regodeo del alcalde en un chiquero mundial. Es difícil que una gestión sin plan ni rumbo, sin saber qué hacer con los problemas de la ciudad pueda diseñar e implementar propuestas que la ciudad demanda y sus ciudadanos exigen. Ciertamente, no se puede exigir proyectos y obras a una gestión municipal con apenas 6 meses, pero es tiempo suficiente para saber qué alcalde tenemos y que gestión propone para su periodo. Buscamos y nada encontramos, no hay autoridad ni plan de gestión, ni proyectos ni obras. Una sorpresa y mala señal, esta vez, ni medios ni periodistas, hablan, piden o exigen una evaluación de medio año de gestión, es porky en su garbanzal, en el chiquero municipal, intentando convertir Lima en un chiquero de marca mundial.
La primera “gran obra municipal”, muy resaltada por el mismo alcalde, fue la conversión de una piscina municipal en buen funcionamiento a una playa artificial en San Juan de Lurigancho (SJL), la decoración de la piscina como playa sirvió para la foto; hoy en invierno, con arena esparcida por todo lado, no hay piscina ni playa. ¿Acaso no hubo un solo técnico que asesorara al alcalde que mejor era ampliar, modernizar o construir más piscinas en lugar de cometer semejante ridículo mundial? Lo preocupante de la gestión es tener un equipo que obedece y celebra disparates en lugar de asesorar y proponer los proyectos que la ciudad requiere. No seremos potencia mundial, roguemos no ser convertidos en chiquero mundial.
Otro “gran proyecto” de la gestión, con presencia protagónica y entusiasta del alcalde, fue el traslado de los ambulantes de Mesa Redonda a la histórica Huerta Perdida que en su clímax de creatividad llamaron la “Huerta Encontrada”; fue tan mal hecho el proyecto, o hecho con desprecio, que el traslado a la “huerta encontrada” fue un rotundo fracaso, la huerta fue abandonada por todos los comerciantes que habían creído en las promesas del alcalde y su gestión. Otra vez, no hubo funcionario alguno que le dijera que ese proyecto era un disparate, que no podía compararse a lo que en su momento fueron las Malvinas, polvos azules, amazonas, etc. y hoy décadas después son estables y exitosas zonas comerciales. Nadie pudo decirle que esas zonas fueron ubicadas en avenidas y zonas de fácil acceso y no en un lugar escondido e inseguro para el ciudadano y el comercio. Preocupa que no exista gobierno municipal.
El alcalde inauguro en abril, con funcionarios de SEDAPAL, en el AH Santa Rosita de SJL, el Proyecto Agua de Emergencia para abastecer, con pequeñas obras no convencionales, agua a familias pobres, queda saber qué hace el municipio y que SEDAPAL en dicho proceso, ya que el 2016 SEDAPAL creó el Programa Agua es Vida para realizar dicha labor; este junio se inauguró el segundo caño en Huáscar del mismo SJL. ¿Acaso no hay necesidad en otros distritos?, tan loable iniciativa, no debe ser usada políticamente y menos ridiculizarse inaugurando por zona “un solo caño de agua”. En mismo abril, en el mismo lugar y distrito, un eufórico alcalde inició el proyecto de arborización llamado Plan Verde y este junio “instaló” 30 atrapa nieblas en las zonas altas y pobres de Surco, La Molina, SJM y Villa María, una valiosa iniciativa que la ONG peruanos Sin Agua desarrolla hace varios años.
Celebraríamos si el gobierno municipal tuviera un plan de intervención en los cerros y no medidas aisladas y desarticuladas que se prestan a la improvisación y manoseo político.
Las “Ollas Comunes” que durante la pandemia se multiplicaron en zonas pobres de Lima, se han ido quedando y consolidando como medios permanentes para enfrentar al hambre y la pobreza, ellas reciben un apoyo solidario e incondicional de iniciativas privadas, el Banco de alimentos y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU; lamentablemente, la intervención de la municipalidad viene perjudicado esta iniciativa social solidaria, al procurar sacar provecho político del tejido social organizado por estas familias pobres, buscan constituirse en el intermediario del apoyo y en el seleccionador de los beneficiarios, ellos deciden que Ollas Comunes son beneficiarias o no. Este manoseo político tiene incluso acusaciones de corrupción al regidor que fue jefe de Campaña del alcalde. Que desgracia, utilizar el hambre y pobreza, para procurar sacar provecho político y corrupto de los más pobres.
El transporte es un tema abandonado, el municipio prefiere excluirse y dejar el problema a las autoridades nacionales: Ni siquiera el tema de los peajes que anuncio su revisión y anulación lo ha podido abordar; para muestra de su desconocimiento e incapacidad a los dos meses de asumir su gestión, casi como una burla a la misma y para perjuicio de los ciudadanos, el peaje subió sus tarifas. Otro tema grave, donde el municipio no quisiera ser aludido, porque tampoco tiene una propuesta para enfrentarla es la inseguridad ciudadana, no hay plan o proyecto existente, nada se sabe de la compra de miles de motos y patrulleros para los serenazgo y policía. El desastroso transporte limeño y la maldita inseguridad ciudadana seguirán desarrollándose a costa y merced de la inexistencia de alcalde y gobierno municipal. Lima es reino de la informalidad, del transporte más inseguro y de la inseguridad más criminal, y sin autoridad, jamás seremos potencia mundial.
El desarrollo y expansión urbana, acondicionamiento territorial, catastro, zonificación, plan de asentamiento humanos, áreas de protección por riesgos naturales, protección ecológica, participación vecinal, vivienda social, educación, salud, desarrollo rural, etc.; parecen temas estratosféricos, nada terrenales menos gestionables. Sin Plan, rumbo, brújula y sin timonel en Lima, en medio de la profunda crisis nacional política, económica, social y cultural nada bueno es de esperar, somos una mega ciudad abandonada, las desarticuladas y aisladas iniciativas municipales son la excepción que confirma la regla, el desatino de proponer Lima como potencia mundial ojalá no sea la triste realidad de un alcalde hozando y retozando en la ciudad, para desgracia de sus habitantes, camino a convertirla en chiquero de marca mundial.
Publicado en Diario Uno