Castañeda, el impermeable
La reciente encuesta elaborada por IPSOS-APOYO¹ a nivel nacional urbano coloca al alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, en el primer lugar de las preferencias electorales con un 21%.
Del mismo modo, la encuesta del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica (IOP)² de la semana pasada a nivel de Lima Metropolitana, indicaba que con un 17% el burgomaestre lideraba la intención de voto en la capital. Pero, ¿a qué se deben las altas cifras a favor del Alcalde limeño?
Para muchos limeños, contrario a lo que dicen las encuestas arriba citadas, el Alcalde de Lima es un personaje fantasma cuya aparición en los medios es siempre silenciosa ya que nunca, o casi nunca, dice nada, ni responde a una serie de cuestionamientos. No hemos olvidado los 150 árboles talados en Chorrillos durante la madrugada del 5 de agosto so pretexto de construir el “metropolitano”, obra cuyo estudio de impacto medioambiental sigue en elaboración; tampoco olvidamos los terribles planes viales que causan caos en la capital pues las obras están por doquier y el tránsito se hace inmanejable; no olvidamos tampoco las famosas revisiones técnicas y la obligación que tenemos los limeños de pagar tarifas elevadas por un servicio que además de ser ineficiente lo realiza una empresa cuestionada. Recordamos también el copamiento de militantes de Solidaridad Nacional en los altos cargos de la municipalidad o la publicidad que hace el Alcalde en cada obra que realiza (escaleras, piletas, hospitales, etc.) con el dinero de los contribuyentes; o sea, nosotros. Con semejantes precedentes, ¿cómo es posible que Luis Castañeda Lossio sea el líder en las encuestas?
El Alcalde de Lima emplea la estrategia del muertito; vale decir, que su presencia mediática nunca viene acompañada de declaraciones y cuando, muy rara vez decide decir algo, lo hace en el tono siguiente: “Hablemos menos, declaremos menos, hagamos más.”² Olvida el Alcalde que su cargo no es técnico, sino político. Si bien las obras son necesarias para mejorar la infraestructura de la ciudad, no es aceptable que el responsable político no responda a una serie de cuestionamientos sobre las mismas.
Lamentablemente, el mito del candidato independiente sigue latente en el Perú y en el imaginario popular éste candidato es una mejor opción puesto que al estar supuestamente menos involucrado en la política, se encuentra menos “corrompido” por ella. No hay sistema democrático que resulte exitoso sin basarse en el desarrollo de un sistema representativo de los intereses ciudadanos. Mientras sigamos apostando por un candidato que se define como “antipolítico” y no da explicaciones a la ciudadanía, la democracia se verá también amenazada; más aún si el Alcalde de Lima pretende cambiar de Palacio en la misma plaza, en el año 2011.
¹ Encuesta IPSOS-APOYO en El Comercio 21/09/2009
http://e.elcomercio.pe/101/impresa/pdf/2009/09/21/ECPL210909a6.pdf
² El Comercio 11/08/2009 http://www.elcomercio.com.pe/noticia/326426/castaneda-hablemos-menos-hagamos-mas
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