Amazonía: viaje por fronteras calientes

Por: 

Eco. Hugo Cabieses Cubas

Convocado por el Foro Social Pan Amazónico FOSPA, con el apoyo de la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social Latindadd y de Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras (AFSF), desde finales de mayo 2023 he realizado tres viajes a nuestra Amazonía: 1) del 21 al 24 de mayo en Pucallpa para participar en el Fórum convocado por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana AIDESEP y la Organización Regional AIDESEP Ucayali ORAU sobre Defensoras y Defensores de la Amazonía, acosados por delitos de todo tipo; 2) entre el 4 y 13 de junio en la triple frontera amazónica MAP (Madre de Dios, Acre y Pando); y, del 5 al 13 de julio, vía Iquitos, por la otra triple Frontera del Trapecio de Leticia con Brasil y Colombia, en este caso para participar como expositor en la Pre-Cumbre Amazónica que se realizó entre el 6 y 9 de julio.

Nuestro objetivo era presentar el borrador de una Documento de Base que estamos elaborando con Ricardo Soberón, sin la metodología 4x4  sobre los impactos que los delitos ambientales tienen en el Bioma Andino-Amazónico y sus pueblos indígenas, no indígenas, bosquesinos, pobladores de las ciudades que habitan en el Bioma, que son los 9 territorios que lo ocupan en el marco de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica OTCA: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa, Surinam y Venezuela,

Las fronteras calientes

El Perú tiene tres triples fronteras amazónicas o “fronteras calientes”, acosadas por actividades ilícitas – existe una cuarta en el sur andino con Chile y Bolivia, pero con características diferentes  - que son: 

a) Bolivia-Brasil-Perú en la Zona MAP (Madre de Dios, Acre y Pando): Zona NO militarizada, con importante población en relación con las otras “Triple Fronteras” – 50,000 en Pando, 550,000 en Acre y 100,000 en Madre de Dios -, con poblaciones indígenas relativamente organizadas, colonos ribereños, campesinos y asalariados rurales también organizados, una destacable presencia de instituciones civiles del Estado y Gobiernos y una fuerte presencia de sociedades civiles parcialmente representadas en la Iniciativa MAP.

b) Colombia-Brasil-Perú en el Trapecio de Leticia: Zona militarizada, con relativamente poca población – 30,000 en Colombia, 20,000 en Brasil y 2,000 en Perú -, y con los pueblos indígenas y colonos ribereños también acosados por lo que era “Plan Colombia”, los extractores de madera, extractores de peces y cultivos de coca. Zona de tránsito del tráfico ilícito de drogas (TID). Importante presencia de instituciones civiles del Estado en Leticia-Colombia y Tabatinga-Brasil, pero casi inexistente en Santa Rosa-Perú. Sociedad civil de pueblos indígenas débilmente organizados en Leticia y Tabatinga, pero inexistente en Santa Rosa, Caballococha o El Estrecho del Perú.

c) Ecuador-Colombia-Perú en el codo del Güepí: Zona militarizada, con muy poca población – 2,000 en Ecuador, 7,000 en Colombia y no más de 1,000 en el Perú - y con los pueblos indígenas acosados por lo que fue el “Plan Colombia”, las transnacionales de hidrocarburos en Ecuador y las empresas mineras en el Perú. Existe reducida presencia de instituciones civiles de los Estados y la sociedad civil organizada.

d) Bolivia-Chile-Perú en la Línea de la Concordia: Zona militarizada, desértica, con muy poca población permanente – 2,000 en Bolivia, 2,000 en Chile y no más de 1,000 en Perú -, con pueblos quechua-aimara principalmente bolivianos dedicados al comercio transfronterizo informal (contrabando), acosados por militares y policías. Alguna presencia de TID. Inexistente presencia de los organismos civiles de los Estados y de sociedad civil organizada.

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