Alegoría de un hombre bueno

Por: 

Víctor Caballero Martin

Celebrando la vida de Gustavo Gutiérrez

Fue en el sepelio de Carlos Iván Degregori que escuché a Gustavo Gutiérrez las más bellas palabras de agradecimiento y reconocimiento de la vida y obra. En su homilía “La Celebración de la Vida Honesta de un Hombre Bueno”, resaltaba que “Carlos Iván nos deja como legado su profundo amor por el pueblo, por los que sufren por los que claman justicia”, y narró a continuación una hermosa reflexión de la parábola de Jesús sobre el prójimo y el significado del amor al prójimo. 

No era la primera vez que escuchaba a Gustavo; él fue mi profesor de Teología en la Facultad de Ciencias Sociales de la PUCP en la década de 1970, de él aprendimos a reflexionar, a pensar y, por supuesto a actuar, en la necesidad de estar junto a los pobres y del compromiso de acompañarlos en sus luchas por su liberación.
Sus clases y sus escritos eran una luz motivadora que nos incentivaba al compromiso con el pueblo. 

¿Quién es el prójimo? - Se preguntaba Gustavo - Prójimo no es aquel que yo encuentro en mi camino. Sino aquel en cuyo camino yo me pongo. Aquel a quien yo me acerco y busco activamente” … “prójimo no es sólo el ser humano tomado individualmente. Es más bien, éste considerado en la urdimbre de las relaciones sociales. Es la persona ubicada en sus coordenadas económicas, sociales, culturales, raciales… Las masas son también nuestro prójimo…”1 

Creyentes y no creyentes, imbuidos de fe y compromiso entendimos el mensaje que nos explicaba con claridad y profundidad. Muchos de mi generación, plenos de mística que nos transmitía Gustavo, acompañamos al pueblo en sus luchas, en el campo, en las ciudades, en las minas, en las comunidades campesinas y nativas, en los pueblos más apartados. Lo hicimos con fe, con la honradez de servir al pueblo de todo corazón.

Ahora que él ya bastante mayor, está enfermo, yo quiero hacer votos, porque Gustavo Gutiérrez nos siga acompañando e iluminando en nuestro camino de estar junto al prójimo, de apoyarlos en sus luchas, ahora, sobre todo que claman justicia por sus muertos durante las jornadas de protestas ciudadanas.
Celebremos la vida de Gustavo ahora y siempre. Sigamos leyendo sus escritos fuente de sabiduría y verdad.

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1 Gustavo Gutiérrez: “Acordarse de los pobres. Textos esenciales”. 2003. Fondo Editorial del Congreso del Perú. Págs., 367 -368. – 371.