¿Realmente sabemos cuánto se redujo la pobreza?
Hay que tomar con pinzas el anuncio oficial de reducción de la pobreza de 3.1 puntos porcentuales (de 39.3% en el 2007 a 36.2% en el 2008), así como el de reducción de la pobreza extrema de 1.1% (de 13.7% en el 2007 a 12.6% en el 2008). Pues, según la Declaración del Comité Interinstitucional de Medición de la Pobreza, las líneas utilizadas para medir la pobreza para el 2008 “subestiman los estándares de consumo y por consiguiente pueden estar subestimando los niveles de pobreza”. En efecto, estas líneas están calculadas en base a una encuesta de 1997. La consecuencia práctica de esta subvaluación es que se podrían haber calculado menos pobres de los que realmente existen en el país.
Un hecho que llama la atención es que, para el 2008, se reduce la pobreza extrema y, al mismo tiempo, la población con déficit de ingesta calórica aumenta. Es decir, en ese mismo año hay una mayor proporción de personas que no cubren un consumo mínimo de calorías respecto al año anterior (ver gráfico).
Disminución de la pobreza monetaria vs aumento del déficit calórico
Fuente: INEI. Elaboración: OtraMirada
¿Cómo puede explicarse que al mismo tiempo que las cifras del INEI indican que hay menos pobres extremos, que se supone tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades alimentarias, la cantidad de gente que no cubre el mínimo de calorías aumente? La única explicación posible es la inconsistencia de las líneas de pobreza utilizadas; es decir, la cantidad de dinero que se necesita hoy para alimentarse mínimamente es mayor que antes. Las razones pueden ser múltiples: patrones de consumo de alimentos menos nutritivos, mayores gastos en otros rubros básicos como el transporte para ir a trabajar y la salud para mantenerse apto para hacerlo, etc.
A estos cuestionamientos, se suman los siguientes:
• El INEI no cuenta con información respecto a los cambios de precios ocurridos en el área rural para los bienes no alimenticios. Esto hace que el ajuste de la línea de pobreza en esas zonas carezca de base estadística y que la explicación dada por el INEI, de que la mayor reducción de la pobreza es en las zonas rurales, sea cuestionable.
• Tampoco se ha considerado la redistribución de la población en áreas rurales y urbanas, a pesar que hace un año el “Comité Asesor” subrayó esta necesidad.
• La encuesta para medir la pobreza no refleja nuestra realidad actual. Esto porque el 75% de esta encuesta fue aplicada en los meses de enero a setiembre pasado, periodo previo a la crisis internacional. Luego de este periodo ha habido muchos despidos en el país, producto de la crisis.
Otro hecho por aclarar es la aparición de un spot gubernamental que se “vanagloria” con una reducción de la pobreza de 4%. Ante esto el Comité se pronunció en contra: “el Comité desea expresar su extrañeza frente a la publicación en los diarios locales de un aviso del Gobierno en el que se indicaba una reducción de la pobreza para el año 2008 del 4%. Dicha información no proviene de ningún cálculo al que el Comité haya tenido acceso”.
Lo que queremos todos los peruanos es una reducción sustancial de la pobreza. Para ello debería impulsarse medidas para mejorar la distribución del ingreso y la protección social, las mismas que se detallan en nuestro quincenario: “La crisis internacional: El fracaso del gobierno aprista y la alternativa progresista”.
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