¿Qué perdimos con Guatemala ante la OMC?
La franja de precios que protege a agricultores y consumidores del vaivén de los precios internacionales corre grave peligro. La Organización Mundial del Comercio (OMC) favoreció a Guatemala en su pedido para que el azúcar producido en ese país pudiera ingresar al nuestro sin la aplicación de dicho mecanismo. Sin embargo, los enemigos de la franja no están únicamente fuera de nuestras fronteras: el Perú ha propuesto su eliminación en el marco del Acuerdo Trans Pacífico (TPP).
La franja de precios es un instrumento de política comercial que fija un nivel superior y otro inferior para los precios internacionales de productos sensibles como el azúcar. Aplica derechos arancelarios adicionales en el caso de que estos caigan así como rebajas en el caso de que estos superen el límite. Así se garantizan costos de importación y precios internos estables.
“Después de haber sucumbido a la ideología de bajar a cero todos los aranceles, este pequeño y modesto mecanismo es el único que protege a los agricultores”, opina el experto en comercio internacional Paul Maquet, quien teme que la franja se vea debilitada ante nuevos reclamos de países con los que existe fuerte competencia en producción de lácteos como Australia y Nueva Zelanda y arroz como Vietnam.
Pero este panorama podría empeorar si el Perú finalmente firma el Acuerdo Trans Pacífico (TPP) promovido por los Estados Unidos, donde nuestro país, siguiendo la línea neoliberal de los últimos gobiernos, ha propuesto eliminar la franja de precios. “Esto supondría una ampliación de la lógica del TLC firmado con los Estados Unidos, único país con el cual se ha dejado de aplicar la franja”, explica Maquet.
No sorprendería que el gobierno de Humala mantenga esta lógica. Después de todo, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo sigue estando en manos de los mismos funcionarios y técnicos que profundizaron la apertura económica durante los gobiernos de Toledo y García. Hay que recordar que ya se renunció a la salvaguardia agropecuaria y a los subsidios a la exportación y a la producción interna.
Uno de los máximos representantes de esta corriente es el ex ministro aprista Eduardo Ferreyros, quien hoy se desempeña como gerente general de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex). Según explica en una columna publicada meses atrás, la franja de precios puede convertirse en una “protección efectiva negativa”, ya que el consumidor final no se estaría beneficiando de la caída de los precios de algunos productos en el mercado internacional.
Maquet cree que estos argumentos nacen de la falsa dicotomía que plantea que la protección a los agricultores perjudica a los consumidores. “La franja de precios obedece a una lógica mayor. No se puede beneficiar al consumidor solo porque hubo sobreproducción en Asia y al mismo tiempo perjudicar a miles de familias de pequeños productores”, señala.
Resulta preocupante que la OMC ratifique la tesis guatemalteca pues estaría sentando un pésimo precedente para futuras disputas en la materia. Más alarmante, sin embargo, es la doble moral exhibida por el gobierno peruano, que ante la queja de Guatemala reaccionó anunciando la apelación a la medida asumida por la OMC y, a renglón seguido, se alista a firmar un acuerdo tan o más perjudicial como el TPP.
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