¿Cuánto va a durar el estancamiento económico?

Por: 

Humberto Campodónico

Una pregunta que surge de manera recurrente en estos días tiene que ver con la duración del estancamiento que atraviesa el crecimiento económico. Dicho de otra manera: ¿dentro de cuánto tiempo volveremos a las tasas de crecimiento del PBI de 5%, 6% o 7% por año?

Para algunos, esto será dentro de poco tiempo. Lo primero que hay que hacer es enfrentar la crisis de liderazgo (se entiende, de Ollanta Humala) y poner en marcha algunas reformas claves (como la desregulación total del mercado laboral), así como combatir la creciente corrupción y la inseguridad ciudadana.

Lo segundo es esperar que la economía mundial “levante cabeza”. Ya estaría faltando poco para que la economía de EEUU vuelva a crecer. También se hacen votos para que China vuelva a tasas de crecimiento del 8% a 9%, argumentando que “hay centenas de millones de sus ciudadanos a quienes aún no les llegan los beneficios de la industrialización y modernización reciente”. Los lunares serían Europa y Japón, donde no hay señales de salida del estancamiento.

El problema con este optimismo es que no tiene mucho asidero ni siquiera en los organismos internacionales. Así, el FMI acaba de bajar su proyección de crecimiento económico mundial para el 2015 de 3.8% a 3.5%. Para América Latina la rebaja fue más drástica: la región pasa de 2.2% a 1.3% en el 2015.

Pero lo más importante es que un número creciente de economistas se está volviendo cada vez más pesimista y no cree en un repunte económico cercano. Por el contrario, afirman que habríamos entrado a una era que llaman de “estancamiento secular”.
El término fue planteado por primera vez por Larry Summers a fines del 2013 (ver www.cristaldemira.com, 31/03/14). Pero hay varios economistas de primera línea que también están en la misma nota. Entre ellos Paul Krugman (Premio Nobel), Robert Gordon, Barry Eichengreen y Olivier Blanchard (Director del Departamento de Investigaciones del FMI).

Hace poco, dos economistas, Coen Teulings y Richard Baldwin, lanzaron un libro electrónico sobre el estancamiento secular con artículos de los arriba citados, a los que se agregan, entre otros, Edward Glaeser, Joel Mokyr y Ricardo Caballero.

En su artículo, Olivier Blanchard constata que, en la actualidad, la tasa de interés que se necesita para que el crecimiento económico alcance su potencial tiene que ser muy baja y hasta puede ser negativa. La cuestión es que la tasa de interés tiene un piso (que es cero, claro está). Si a esto le agregamos que la inflación es baja (algunos hablan de deflación, o sea una baja constante de precios), esta tasa de interés negativa va a ser imposible de alcanzar, lo que trae como resultado una demanda insuficiente. Eso es el estancamiento secular (de largo plazo).
A partir de esta constatación, la discusión se traslada a las causas de este estancamiento secular. Y uno de los temas centrales tiene que ver con saber cuál es el rol que cumplen las innovaciones tecnológicas en el crecimiento económico de largo plazo. Para todos los economistas, es innegable que su rol es clave. Sin embargo, según Robert Gordon, las innovaciones de la última revolución tecnológica (que para él es la tercera) apenas si han elevado la productividad.

Dice Gordon que en EEUU existen cuatro barreras al crecimiento: la demografía (la población ya no crece tanto como antes); la educación –EEUU ha descendido al número 16 en el número de estudiantes que concluyen la secundaria–; la desigualdad (2) –el 1% de la población en EEUU se lleva una cada vez mayor parte de la torta, mientras disminuyen los ingresos del 99% restante, todo lo cual restringe la demanda–; y la deuda del gobierno (la relación deuda federal/PBI es ya alta y va a seguir creciendo, llegando a 150% en el 2030, lo que va a disminuir la capacidad de gasto del gobierno).

En el libro también se discute sobre los países emergentes, sobre todo de China. No obstante su gran tamaño y su potencial de crecimiento, no queda claro si ello es suficiente para sacar al mundo “desarrollado” de su estancamiento secular. Dice Summers que “hay todavía un importante trabajo que hacer para dilucidar la idea del estancamiento secular en un contexto de economías abiertas”.

Volviendo al principio, queda claro que no estamos frente a un bache de corto plazo, donde nos bastaría esperar un poco para que la marea vuelva a subir. Es en ese contexto que se instalan, también, la baja de los precios de las minerales y, recientemente, la espectacular caída del petróleo.

Pero lo peor es pensar que no hay que tocar nada del “modelo” hasta que venga la reactivación económica (que no es lo más probable, ¿no es cierto?). Hemos perdido una década de altos precios sin avanzar hacia la diversificación productiva y, peor que eso, las medidas que se toman consisten en bajar los impuestos a las empresas (lo que agrava la desigualdad) y en recortar los derechos laborales.

En nuestro país está a la orden del día acabar con el estancamiento secular, pero de la ortodoxia económica neoliberal.

(1) http://www.voxeu.org/content/secular-stagnation-facts-causes-and-cures
(2) Esta es la tesis de Piketty, que agrega que esta se va a agravar, pues la tasa de crecimiento de las fortunas va a ser superior a las de crecimiento económico.

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