Mientras el gobierno insiste en reactivar la economía en base al “cholo barato”, recortando derechos laborales, en la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP) se van abriendo algunas fisuras debido a que los grandes grupos corporativos - de corte financiero y minero- que forman parte de este bloque empresarial, buscan hegemonizar el manejo de las relaciones políticas de los empresarios con el gobierno. Se trata de una estrategia para beneficiar los intereses particulares sobre los del gremio, en detrimento de un grupo de empresarios con menos peso económico. 

Esta situación explica, en gran parte, el retiro de la Asociación de Exportadores (ADEX), que agrupa a más de mil empresas exportadoras, de la CONFIEP. En plena desaceleración económica, los exportadores muestran una posición crítica frente al manejo económico, mientras el sector financiero y minero parece persiste en ser el “guachimán” del modelo económico neoliberal, defendiendo a ultranza el “piloto automático”. A través de sendos comunicados, ADEX toma distancia de algunas de las medidas económicas del gobierno y muestra sus discrepancias, las cuales se resumen en tres puntos:

• ¿Quién pone el cascabel al oligopolio de transporte de carga aéreo? Hoy en día los exportadores sufren grandes sobrecostos a favor de las empresas de transporte de carga. De esta situación se beneficia sobre todo la compañía de transportes Talma, empresa del grupo Sandoval, quien tiene una cuota de mercado del 58% y es, al mismo tiempo, propietaria de la mayoría de los almacenes próximos al aeropuerto Jorge Chávez. ADEX denunció este oligopolio, sin embargo, nadie más se ha plegado en su apoyo.
• “El MEF está divorciado de la realidad”. Con esta frase, Gastón Pacheco, presidente de ADEX, cuestionó la reciente decisión de recortar la tasa del drawback de 5% a 4% en el 2015 y a 3% en el 2016. El drawback es un régimen aduanero que beneficia a los exportadores pues permite, como consecuencia de la exportación de mercancías, obtener la restitución total o parcial de los aranceles que se hayan gravado a la importación de insumos usados para la producción de los bienes exportados. El MEF decretó reducir la tasa de devolución con el pretexto de estimular la inversión privada, lo que ha motivado la solitaria protesta de ADEX.
• Por último, en un reciente comunicado, ADEX calificó los “paquetes” económicos como útiles para resolver problemas coyunturales, pero “no constituyen una respuesta suficiente a la ausencia de condiciones de institucionalidad, competitividad, seguridad e inclusión social”. Asimismo, llamó la atención sobre el proceso de desindustrialización que viene sufriendo el país, lo que dificultaría nuestro desarrollo integral.

Resulta extraño que la CONFIEP en vez de fortalecer su institucionalidad, hecho que la ha posicionado como el principal gremio empresarial privado del país, debilite uno de sus flancos con tal de seguir apoyando las medidas del gobierno. Tal parece que su sentido rentista busca sobrevivir a sabiendas que la economía nacional está de capa caída. Una pena que no se exija, más bien, acciones para fomentar la productividad y la competitividad empresarial, que son las medidas que realmente pueden impulsar la economía nacional, y prefieran el viejo rentismo extractivista o la volatilidad del capitalismo financiero.