¿Adiós al Gasoducto del Sur?
La importante presentación del proyecto del Gasoducto del Sur Peruano (GSP) en la capital del petróleo, Houston, el 21 de octubre último, ha pasado desapercibida por los medios de prensa nacionales.
Nos referimos a una presentación, - en la que participó Proinversión junto a los consultores contratados para el diseño técnico y económico del GSP, las empresas Wood Mackenzie y Foster Wheeler – donde la promesa de darle viabilidad y celeridad al polo petroquímico y al ducto de líquidos del gas del sur ha quedado relegada. A continuación, explicamos las modificaciones realizadas al proyecto del gasoducto surandino.
Primero: Ampliación del ducto central. Se contempla la ampliación del Gasoducto del Centro (GC), que une Camisea – Pisco y Pampa Melchorita, con el aumento de tamaño del ducto de 32 a 36 pulgadas y su capacidad de transporte en 63%. Este ducto está destinado a producir gas natural para las conexiones domiciliarias en Lima (de solo 100 mil usuarios), líquidos de gas para exportación, pero sobre todo, lo que se busca es ampliar la producción de Gas Licuado de Petróleo (GLP), esto es, el gas de balón que utilizamos mayormente en el uso doméstico (más de un millón de usuarios). Sumado a ello, el Estado asume el costo total de la construcción del ducto de 220 km, eximiendo al Consorcio Camisea de su compromiso de construir 55 km de este tramo.
Segundo: El ducto sur peruano queda reducido y no se promueve la masificación del gas. El ansiado ducto del sur, que parte de Chimparina (Cusco) hacia Mollendo, queda reducido a un ramal secundario. En primer lugar, porque se considera un tubo de 32 pulgadas. En segundo lugar, porque ya no se contempla la construcción de un ducto para la masificación del gas. En tercer lugar, tampoco se considera la construcción de una planta de etano hacia el sur del Perú (Mollendo-Ilo). Este último aspecto es fundamental para el desarrollo de la base petroquímica del sur, porque es la única forma de garantizar la rentabilidad del proyecto al impulsar industrias como las plantas de fertilizantes y plásticos.
¿Qué significa todas estas modificaciones de último minuto? Para el congresista Manuel Dammert, el gobierno estaría traicionando el anhelado proyecto del gasoducto surandino y fortaleciendo las condiciones para la exportación del gas peruano a Chile. No solo eso. El mercado nacional de gas de uso doméstico seguirá siendo de balones de GLP, los que ya son tres veces más caros que el gas natural domiciliario. Además, no olvidemos que el actual negocio de transporte y venta de GLP se encuentra en manos de las empresas Hunt Oil, Plus Petrol y Shell, quienes son una de las principales beneficiarias con las modificaciones realizadas al proyecto del gasoducto del sur.
Así, el ofrecimiento del cambio de matriz energética y el impulso de nuestra soberanía a través del Gas de Camisea son echados nuevamente por la borda. Esto sin olvidar la reciente contraofensiva para liquidar a PETROPERÚ de cualquier actividad de explotación de petróleo. Una pena que el presidente Ollanta Humala no diga algo al respecto y deje en manos de Proinversión, y de sus “socios antinacionales”, la gran promesa de inclusión del sur del Perú.
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