¿A qué juega el presidente del Banco Central?

Por: 

Félix Jiménez Economista Ph. D.

Dos hechos de la coyuntura llaman poderosamente la atención. Por un lado, un comportamiento activamente político expresado en la pasividad del presidente del Banco Central, Julio Velarde, frente al alza del precio del dólar; y por otro, la creación, desde el Banco Central, de un contexto macro contrario a la reactivación económica. Esta es la forma más sutil y más segura de hacer política en pared con la derecha más reaccionaria del país para doblegar al gobierno de Pedro Castillo. Parece un oxímoron caracterizar un comportamiento pasivo frente a la elevación del tipo de cambio y al mismo tiempo activo, pero políticamente. 

Según la opinión mayoritaria de analistas y periodistas, el dólar sube por culpa del presidente Castillo, a pesar de todos los esfuerzos que el presidente del Banco Central estaría haciendo para que no suba (ver caricatura de Carlín). Pero, esta es una opinión totalmente errónea, como lo mostraremos más adelante.

¿Puede el Banco Central impedir el alza del precio del dólar?

Por supuesto que sí. El Banco Central tiene una regla de intervenciones cambiarias esterilizadas, precisamente para morigerar las fuertes fluctuaciones del precio del dólar, originadas por shocks que generan incertidumbre.  Esta vez el Banco Central ha vendido muy poco en comparación a otros dos episodios de alza del dólar, en los que vendió montos significativos de dólares para forzar la caída de su precio. Velarde lo sabe, porque estuvo como presidente del Banco Central en ambos episodios. Primer episodio: entre el 9 de abril de 2008 y el 3 de marzo de 2009, el dólar subió un 20.0% (de S/. 2.70 a S/. 3.26) y el Banco Central vendió 30.0% de su posición de cambio (US $ 8275 millones). Segundo episodio:  entre el 23 de abril de 2013 y el 24 de febrero de 2016, el dólar subió un 36.0% (de S/. 2.60 a S/. 3.54) y el Banco Central vendió 48.0% de su posición de cambio (US $ 23544 millones). Sin duda, Velarde recordaba estos episodios cuando en su última presentación en el Congreso dijo que podía bajar el tipo de cambio vendiendo 500 millones de dólares diarios.

Resulta, entonces, inaudito que el precio del dólar se esté utilizando como arma política, pues no hay otra explicación de la levedad de las ventas de dólares que ha realizado el Banco Central desde que el dólar empezó a subir de precio. Es más, como mostramos en otro artículo (Otra Mirada, 18-08-2021), el Banco Central seguía incrementando su posición de cambio mientras el precio del dólar subía. Por ejemplo, entre el 31 de diciembre de 2020 y el 31 de marzo de 2021, el precio del dólar aumentó de S/. 3.62 a S/. 3.71 y, en este mismo lapso, la posición de cambio aumentó de US $ 58258 millones a US $ 60325 millones. 

Pero, ante la persistente alza del precio del dólar, entre el 31 de marzo y el 30 de setiembre de este año, cuando el tipo de cambio llegó a S/. 4.14, el Banco Central salió a vender dólares con una parsimonia inverosímil. Llegó a vender en esas casi 26 semanas 7.3% de su posición de cambio del 31 de marzo. El dólar subió en ese lapso 11.6%. Del 30 de setiembre al 26 de octubre pasado, el tipo de cambio se redujo 14 centavos, con la venta, en cuatro semanas, de 1.5% de la posición de cambio de esa fecha. Además, hay que mencionar que ante una ligera baja del tipo de cambio, el Banco Central deja de vender dólares, lo que significa que su presidente no tiene interés de combatir la especulación contra el Sol. 

De otro lado, el Banco Central está utilizando derivados o swaps cambiarios, dizque para frenar el alza del tipo de cambio, no obstante que estos instrumentos no tienen la misma efectividad que la venta de dólares al mercado. Su objetivo es reducir las compras de dólares de los especuladores a cambio de una protección contra la depreciación cambiaria. Pero este objetivo depende de lo que buscan los especuladores.  Si estos compran dólares para retirarlos del país, como parece ser el caso en la coyuntura actual, lo que el Banco Central debió hacer es darles una señal con una venta significativa de dólares, de 7.0% a 10% de su posición de cambio, durante un lapso corto, y no a cuenta gotas. 

Esto es lo que se hizo el directorio del Banco Central presidido por Oscar Dancourt durante el proceso electoral de 2005-2006, frente a la especulación contra el Sol. El dólar subió de 3.36 soles en noviembre de 2005 hasta 3.45 en la primera quincena de enero de 2006. El Banco Central vendió, entre el 6 y el 18 de enero, 4.5% de su posición de cambio del 6 de enero de 2006, restableciendo el tipo de cambio a 3.36 soles por dólar. Suficiente señal porque el Banco Central continuó aplicando su regla de intervenciones esterilizadas generando reducciones del precio del dólar hasta S/. 3.28 a fines de febrero. Derrotada la especulación y logrado el desplome del tipo de cambio, el Banco Central volvió a comprar dólares para reponer su posición de cambio.

El Banco Central también está remando contra la recuperación de la economía

El presidente del Banco Central Julio Velarde, ratificado en el cargo por el gobierno de Castillo, es el responsable del dólar caro con inflación al alza; es el responsable del encarecimiento del costo de la canasta básica y de la exacerbación del conflicto político. Velarde sabe que el aumento del precio del dólar tiene efectos inflacionarios y que afecta, no solo a las empresas que tienen deudas en dólares e ingresos en soles, sino también a las cuentas fiscales del gobierno que en la actualidad tiene el 55.3% de su deuda en moneda extranjera. Sabe que los servicios financieros de esta deuda suben, cuando aumenta el tipo de cambio. 

Dólar caro e inflación al alza, no son los únicos factores que conspiran contra la reactivación de la economía. El Banco Central también está encareciendo el crédito en moneda nacional. El 13 de agosto pasado subió su tasa de referencia de 0.25% a 0.5%; veintiocho días después, el 10 de setiembre, lo subió a 1.0%; y, justo casi después de un mes, el 11 de octubre pasado, lo subió a 1.5%. Finalmente, el 27 de octubre, el Banco Central anunció el aumento de encajes en moneda nacional «con el objetivo de complementar los recientes incrementos de la tasa de referencia y reforzar el control monetario». El encaje mínimo legal aumentará a 4.5% en noviembre, a 4.75% en diciembre y a 5.0% en enero de 2022.

Es claro que este contexto macroeconómico de dólar y crédito caros, no es nada favorable a la reactivación económica. Además, no se puede controlar la inflación dejando subir el tipo de cambio. La receta que está siguiendo el Banco Central no es para una reactivación sino para una recesión económica.

Cuál es la función del Banco Central y de su presidente

Julio Velarde, presidente del Banco Central, afirmó recientemente que las expectativas de las empresas en «agosto fueron muy negativas, mejoraron en setiembre y esperábamos que mejoren fuertemente en octubre, pero luego del anuncio de ayer es posible que no sea con la intensidad que anticipamos». Se refería a las declaraciones que el presidente Castillo hizo en un mitin, el 25 de octubre, sobre la posibilidad de nacionalizar el gas de Camisea y de modificar la Constitución Política. Velarde culpó al presidente, generando una opinión errónea en la población (ver caricatura de Eduardo).

No es sorprendente la «incertidumbre política» que les genera el gobierno del presidente Castillo a las elites del poder económico. Pero que el presidente del Banco Central, recientemente ratificado en el cargo por este gobierno, se sume a la creación de esta incertidumbre, generando así una nueva presión del alza del precio del dólar, es francamente irresponsable e imprudente. 

El artículo 2 de la ley orgánica del Banco Central señala que su finalidad es «preservar la estabilidad monetaria»; y, su artículo 33 señala que son atribuciones y deberes de su presidente «velar por el cumplimiento de la finalidad y las funciones establecidas para el Banco en la Constitución Política, la presente ley y los Estatutos». En consecuencia, declaraciones que generan aumentos en el tipo de cambio y, consecuentemente, en los precios, elevando la inflación, contravienen o violan lo estipulado en la ley. 

Respetar y hacer cumplir la ley no parece ser la característica del presidente del Banco Central. Mantuvo silencio cómplice cuando, a fines de 2016, la bancada fujimorista con el apoyo del aprismo, designaron, violando el artículo 11 de la Ley Orgánica del Banco Central, a dos personas (José Chlimper y Rafael Rey) que no tienen «amplia competencia y experiencia en economía y finanzas» ni «solvencia moral», como exige dicho artículo (Chlimper fue el principal sospechoso en la manipulación de audios en la campaña electoral en la que participó apoyando a Keiko Fujimori). Velarde quedó más que satisfecho, porque el «fujiaprismo» corrupto le generó mayoría en el directorio.