Luego de la crisis política que se desató por el voto de confianza al gabinete ministerial presidido por Ana Jara, quedaron temas en el tintero. Las diversas bancadas de oposición, cada una siguiendo su propia agenda, habían puesto en el largo debate una serie de condiciones para dar su voto de confianza. Uno de los principales puntos de controversia fue la permanencia del Ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, en el cargo. Las mociones para interpelar a este ministro por tanto, no sorprenden. Sin embargo, con los ojos puestos en esta interpelación, se ha perdido la gran foto

El protagonismo del ministro de Economía, Luis Castilla, dentro del gabinete y la condición de “imprescindible” que ostenta con el apoyo de la pareja presidencial constituyen, a priori, una burla a los electores que colocaron al presidente Humala en Palacio de Gobierno. Tomando en cuenta las razones por las cuales la interpelación al ministro Mayorga se justifica, notamos también otra interpelación que se hace urgente desde hace buen tiempo. Este es el caso del ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, quien a la fecha no ha logrado responder a un contexto de crisis internacional, y ha ido en contra de una serie de demandas sociales y urgentes que mencionamos a continuación.

• Su insistencia de mantener un modelo económico principalmente extractivista y primario exportador nos ha llevado a depender de condiciones externas antes que controlar nuestra propia economía. Por ello nos encontramos frente a un panorama de desaceleración económica que nos ha llevado de un 6.9% a un posible 4% en este año. Consecuencia de esta “gestión” de nuestra economía seguimos dependiendo del crecimiento de otros países (China, EEUU, UE), del fenómeno del niño o la caída de los precios internacionales de nuestros principales productos de exportación tradicional.

• Recordemos también que el Ministro Castilla no es ajeno a los lobbys. Ha fortalecido desde siempre la concentración del poder económico en manos de multinacionales y grupos de poder. Como señala Francisco Durand en su última columna en el semanario “Hildebrandt en sus trece”, el mal llamado paquete reactivador, fue consultado de manera discrecional con la Confiep y la Sociedad Peruana de Hidrocarburos. Del otro lado, nadie. Otro caso sonoro fue el del lobby en el caso de pesca, revelado por un “CornejoLeak”.

• Pero también anotemos el continuo obstáculo que significa Luis Castilla en el Ministerio de Economía y Finanzas para que las obras de gran magnitud e importancia sean una realidad. Este es el caso de la repotenciación de la Refinería de Talara o el caso del Gasoducto del Sur en donde desde el MEF se ha buscado variar el diseño original.

• Por otro lado, el ministro Castilla, forma parte de los ministros que luego de dudarlo mucho, respondieron negativamente a las solicitudes amparadas en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, que buscaban acceder a los correos electrónicos sostenidos entre él y representantes empresariales desde el 28 de julio del 2011. ¿Por qué obstaculizar la transparencia?

• Recordemos también su conocida oposición tajante al aumento del salario mínimo vital a más de 750 nuevos soles, pese a que era una demanda ciudadana de larga data y pese a que el sueldo de los ministros, en concordancia con la Ley SERVIR, había aumentado de manera significativa.

• Y, el último de los escándalos, fue el del aporte obligatorio de los trabajadores independientes a las AFP. Fue Castilla el principal autor de la propuesta. Ha sido derogada, aunque se espera la promulgación de la derogación por parte del Presidente Humala. ¿Cuánto más tendremos que esperar?

Y podríamos sumar más razones a esta lista. No se trata de un ministro particularmente aprobado por la ciudadanía, sino antes bien por Palacio de Gobierno y una vez más la pita se rompe por el lado más débil. Si bien la interpelación al ministro Mayorga por interceder en favor de una empresa resulta necesaria, creemos que hace falta también interpelar a quien desde el MEF ha dirigido una política que beneficia a unos pocos, o a los mismos pocos, desde que inició este gobierno que, alguna vez, prometió una “gran transformación”.