Germán Vargas Farías
Estamos viviendo en nuestro país una serie interminable de dramas, tragedias y farsas, que capítulo tras capítulo anuncian el inevitable desastre, aún es posible cambiar radicalmente el guion. El final puede ser emocionante, inesperado tal vez, si dejamos atrás la resignación y nos proponemos, nosotros y nosotras sí, representar dignamente a nuestro país.