Carlos Alberto Adrianzén (*)
Ni la inflación ni las crónicas devaluaciones son un acontecimiento poco usual en la economía argentina. Este país ostenta la tasa de inflación promedio más alta del mundo en los últimos 80 años. Más allá de la diversidad de diagnósticos sobre este problema, lo cierto es que gobiernos de uno y otro signo, así como y regímenes democráticos, autoritarios y dictatoriales han tenido poco éxito en controlarla.