Rudecindo Vega Carreazo
Lima no es ni será potencia mundial como lo propuso el alcalde, su gestión cargada de impotencia, quisiera convertir la ciudad, para gusto y regodeo del alcalde en un chiquero mundial. Es difícil que una gestión sin plan ni rumbo, sin saber qué hacer con los problemas de la ciudad pueda diseñar e implementar propuestas que la ciudad demanda y sus ciudadanos exigen.