José Oscátegui Arteta, Prof. PUCP
Las personas en Lima y en todo el país no mueren sólo por el COVID19, sino también por la absoluta falta de atención. Como en el Gobierno creían en la “casi imposibilidad de la segunda ola”, no se hizo lo necesario ni para abastecer a las clínicas y hospitales con oxígeno y, por eso, la gente muere asfixiada en las puertas de los hospitales o en los pasillos.