En la sección “Mar de Fondo” de la revista Caretas 2101 difundida ayer, se publicó una nota respecto al infodiario “La última estrategia contra los pueblos amazónicos”,

donde se critica nuestro análisis realizado a un artículo del periodista Abilio Arroyo sobre el líder indígena Santiago Manuin realizada en la versión Nº 2098 de esa revista.
Según señala la nota de Caretas, Manuin afirma sentirse decepcionado de Alberto Pizango porque este ha traicionado a los pueblos amazónicos al irse a Nicaragua. Esa es la afirmación que señala la nota y que nuestro infodiario no recoge con claridad. Sin embargo, sorprendidos por esta afirmación, buscamos otras fuentes para contrastar lo dicho por este líder y encontramos que en el programa “No hay Derecho” de Ideeleradio, Manuin dijo lo siguiente: 
“Mi declaración ha sido de que Alberto Pizango, asesorado no sé por quién, decidió salir del país. Lo que yo he dicho sinceramente es que Alberto (Pizango) no debió haberse ido del país, tal como estaba la situación, aquí en el mismo Perú hubiera enfrentado su situación judicial y al salir del Perú ha perjudicado a la institución, que es AIDESEP”. 
Además, expertos consultados por Otra Mirada, entre ellos, el especialista en temas amazónicos Róger Rumrrill, dudan de que Manuin se haya referido a Pizango como traidor. 
Luego de las declaraciones de Manuin a Ideeleradio, en las que no repite el tema de la traición, sería bueno abocarse a debatir porqué, hasta ahora, las comisiones investigadoras sobre los hechos ocurridos en Bagua no emiten ningún informe y no echar más leña al fuego que divide a los líderes amazónicos. Esto, por ejemplo, es lo que viene ocurriendo con la denuncia hecha contra Bladimiro Tapayauri, coordinador general de la Mesa de Diálogo 2 (Consulta Previa de los Pueblos Indígenas), quien es acusado por la toma de la carretera Fernando Belaúnde Terry durante la protesta amazónica del año pasado. 
Esta persecución continúa a los líderes de AIDESEP y la han venido denunciando el relator de la ONU sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, James Anaya y, recientemente, el Informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos “Bagua – Perú. Derramamiento de sangre en el contexto del paro amazónico. Urge abrir un diálogo de buena fe”, donde se recomienda: 
“Cesar todo tipo de hostigamiento –ya sea de carácter judicial, administrativo y mediático– contra las organizaciones y los dirigentes de los pueblos indígenas que protagonizaron la última protesta amazónica. Cuando no estén basadas en ningún hecho probatorio serio, las investigaciones judiciales y las órdenes de captura contra dirigentes y/o miembros de organizaciones de los pueblos indígenas deberán ser levantadas”. 
Podemos concluir, en otras palabras, que nos equivocamos en no citar con precisión a Caretas, pero ello no quita el ánimo divisionista que se concluye de la nota original de dicha revista.