Post elecciones. Los escenarios políticos.
Las elecciones regionales y municipales del último domingo, configuran un nuevo escenario a nivel político. Generado más por el arrastre en el voto que la convicción de los electores de generar un nuevo panorama en las alcaldías y gobiernos regionales.
Un ejemplo de lo ocurrido, está en Lima, en el distrito de San Juan de Miraflores, donde la candidata de Acción Popular (AP), está ganando la alcaldía sin haber realizado una mínima campaña electoral. Así tenemos a María Nina que con más de 29 mil votos supera a su cercano contendor, Luis Mendieta de Fuerza Popular.
Este fenómeno se habría repetido en varios distritos de Lima Metropolitana, donde la figura de la lampa de AP que llevó a Jorge Muñoz a la alcaldía de la capital “arrastró” a otros candidatos ganando en diversos distritos, colocando al partido fundado por Fernando Belaunde en el foco reflector de la política para los próximos cuatro años, lo cual le da espacio al retorno de un partido político antiguo y tradicional.
En el segundo lugar, el Partido Popular Cristiano (PPC) retoma también el control de diversos municipios y se coloca como otro de los partidos que vuelve a ponerse en el sitial de la política clásica.
Distinta suerte ha corrido el fujimorismo. Ni su candidatura “asolapada” de Renzo Reggiardo, ni la “oficial” de Diethel Columbus corrieron con suerte. A nivel distrital, en Lima Metropolitana, Fuerza Popular no ha obtenido ni una sola alcaldía. La caída libre de su lideresa, Keiko Fujimori, junto a su bancada congresal parece haberle pasado factura a un fujimorismo cada vez más débil, herido, pero no de muerte.
Nota aparte merece la performance de la izquierda. En diversos momentos, hemos escrito sobre la necesidad de recomponer fuerzas en el progresismo, para volver a los bastiones populares que tanto éxito le dieron a la izquierda ochentera, o intentar recuperar esa breve ilusión que generó el triunfo de Susana Villarán en el 2010 y que se fue diluyendo en medio de errores, imprecisiones y diversas acciones erráticas.
Resultados menores al 1% tanto en Juntos por el Perú (JP) como el Frente Amplio (FA) hacen que se revisen –nuevamente- las acciones, las estrategias y sobre todo la superación de los dogmas políticos e ideológicos. Si en Lima, la presencia izquierdista era minoritaria en el Concejo Metropolitano, hoy ha desaparecido.
La composición del Concejo edil muestra un panorama mayoritario de Acción Popular (29 regidores), seguido de Podemos Perú de José Luna quien colocará un aproximado de 8 regidores y cuatro de Perú Patria Segura. De ahí en adelante con un solo representante, el PPC, Somos Perú, Perú Libertario, Alianza Para el Progreso, Solidaridad Nacional y Frepap.
La oposición a Muñoz no será intensa, lo cual significa que podría trabajar libremente los cambios que quiera realizar en Lima, pero también podría convertirse en una carta libre para trabajar sin fiscalización. Veremos que ocurre a partir del 1 de enero del 2019.
La movida provincial
A nivel regional, la fortaleza sigue siendo de los pequeños movimientos regionales. Los partidos fuertes no han obtenido gobernación regional alguna, ni tampoco alcaldías distritales o provinciales. La excepción es en el distrito de Jayanca en Lambayeque, donde Fuerza Popular ha obtenido la alcaldía. Caso similar es en Ventanilla, donde el excongresista del fujimorismo Pedro Spadaro, logró hacerse del cargo edil.
Estas elecciones significarían un escollo más en el camino del fujimorismo afectado por los últimos acontecimientos políticos. También significaría el retorno de un Alan García fortalecido para demostrar que solo su presencia puede encarrilar al partido aprista.
Mientras Alianza Para el Progreso (De César Acuña) sigue acumulando fuerza con sus alcaldías, mostrando así el poderío que esta agrupación posee.
Aquí sí, cabe destacar la participación de las candidaturas vinculadas a la izquierda, en sus diversas tendencias. Tal es el caso de Junín, donde Perú Libre obtuvo la gobernación regional de la mano de Vladimir Cerrón.
En Moquegua, la agrupación FIRME de Zenón Cuevas, líder de la protesta social denominada “Moqueguazo” se hizo del gobierno regional y ha generado junto al líder aymara Walter Aduviri, en Puno, el “escozor” de los sectores empresariales y de los medios de comunicación allegados a la derecha neoliberal.
Igual, la izquierda estará presente en la segunda vuelta regional en Arequipa, Ancash y posiblemente Ayacucho, dependiendo de cómo culmine el conteo.
En un país como el nuestro donde las elecciones generan escenarios volátiles no nos aventuramos a decir si este será una previsión de lo que puede suceder en el 2021. Lo cierto es que en la campaña municipal más aburrida de los últimos 20 años los resultados se han decidido a última hora.
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