Es claro el asedio político del gobierno aprista hacia quienes les atribuye ser los “enemigos del país”. Recordemos cómo a inicios de 1990, el APRA lideró una terrible campaña para desprestigiar a Mario Vargas Llosa, favorito para ganar las elecciones. Actualmente, el ojo aprista está sobre Ollanta Humala, líder del Partido Nacionalista, cuya candidatura “antisistema” se intenta demoler. Esto no es casual, semanas atrás el Presidente Alan García, frente a directivos de la banca latinoamericana, señaló que en el Perú el presidente puede evitar que sea presidente quien él no quiera.
