Qali Warma y los programas sociales en debate
Carlos Monge
Luego de una crisis política por la muerte de menores, resultado de ingerir alimentos contaminados relacionados con el PRONAA, el gobierno del Presidente Humala cerró el programa y lo reemplazó por el Qali Warma, en el marco de la creación del nuevo Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, MIDIS.
Hoy, después de varios episodios de intoxicación de menores por ingerir alimentos mal preparados o contaminados, se ha abierto un debate público sobre las virtudes y defectos de QW y sobre los programas sociales en general.
En Otra Mirada, Pedro Francke ha criticado la apuesta del QW por proveedores privadas abandonando el trabajo con las organizaciones de base para la preparación de los alimentos. La ex ministra Carolina Trivelli, quien diseñó y lanzó QW, dice que esto es cierto solo para áreas urbanas pues en las rurales se seguiría trabajando con las organizaciones de madres, y que en todo caso –más allá de los problemas que enfrenta- con QW se ha ganado en presupuesto, cobertura y diversidad de alimentos entregados.
Por su parte, Enrique Vasquez -de la Universidad del Pacífico- resalta que la estimación solamente monetaria y no multidimensional de la pobreza invisibiliza a más de 3.5 millones de pobres. Critica también que el énfasis se ponga en un programa de complementación alimentaria como QW mientras que se descuida –mucho menor presupuesto y cobertura- a Cuna Mas, que es nutricional y que previene la malnutrición en la primera infancia. Y añade que en todos los casos, se mantienen niveles de filtración hacia personas que no debieran ser beneficiarias y graves problemas de gestión.
El discurso oficial desde Fujimori hasta Humala es que la combinación entre economía de libre de mercado liderada por las extractivas y programas sociales focalizados, el Perú está saliendo de la pobreza. Pero en realidad estamos subestimando la cantidad de pobres realmente existentes y no estamos dando cuenta del problema de fondo: ¿Porque es que existe un gran número de familias que no puede dar de comer adecuadamente a sus niños y niñas?
Se supone que los programas sociales eran temporales, para compensar los impactos negativos del retiro de los subsidios públicos en el marco del ajuste estructural de inicios de los 90. Pero, después de casi 25 años de neoliberalismo ortodoxo, en varias partes del país ser trabajador o campesino o pequeño productor o microempresario rural no deja suficientes ingresos como para alimentar decentemente a la familia. 25 años después de iniciado el experimento neoliberal más radical de América Latina, una parte significativa de la población depende de la caridad pública para apenas sobrevivir.
Ese es el partido de fondo.
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