Luego de treinta días de protesta la huelga médica, tal vez una de las más fuertes ocurridas en lo que va de este año, fue levantada.

César Palomino, Presidente de la Federación Médica Peruana (FMP) indicó que la Asamblea de la FMP aceptó, luego de analizarla, la contrapropuesta final planteada por el Poder Ejecutivo. De este modo, se puso un fin momentáneo a esta manifestación. Momentáneo porque más allá de esta primera victoria médica, hay que considerar aspectos que trascienden la remuneración para que el sector salud se encuentre en las mejores condiciones.

Como señalamos anteriormente en Otra Mirada, la demanda de los médicos resultaba justa y legítima, toda vez que en un acuerdo previo (firmado en octubre del año pasado) había habido un compromiso expreso del Ministerio de Salud en una serie de puntos que abarcaba, entre ellos, el tema de las remuneraciones. Diez meses después, y luego de un mes protestando, han logrado que el MINSA deje de hacerse el desentendido y cumplan lo pactado.

El tema de controversia radicaba en el aumento salarial ofrecido en octubre: 1500 nuevos soles adicionales. Sin embargo, al parecer, desde el Ministerio de Economía y Finanzas, se hacía hasta lo imposible por evitar el cumplimiento de dicho compromiso. Finalmente, en la contraoferta del Poder Ejecutivo este aumento logró hacerse efectivo. Sin embargo, se trata de un promedio. Los médicos que trabajen en capitales de provincias y hospitales grandes recibirán 1300 soles adicionales. En cambio, aquellos que laboren en hospitales de primer nivel y provincias alejadas van a acceder a 1700 nuevos soles de aumento. El promedio es de 1500. Si bien no fue la intención inicial, la Asamblea de la FMP ha aceptado esta propuesta.

Otro logro importante es que este nuevo salario (alrededor de 5000 nuevos soles) constituirá el piso para la nueva escala remunerativa. Vale decir, se acabará con el sistema de sueldos distintos para médicos en función de su centro de trabajo (como ocurría con los médicos que laboraban en hospitales militares, por ejemplo). Ahora, todos los profesionales de Salud (a excepción de los médicos que trabajan en EsSalud ya que este tiene autonomía) tendrán la misma escala remunerativa basada en los nuevos salarios.

Finalmente, un logro importante es que para realizar la reforma integral de la salud, se considerará a la FMP. El compromiso del gobierno es abrir una discusión entre el MINSA y la Federación Médica a fin de plantear la agenda que contemple los aspectos a considerar en la reforma integral de la salud. Lo relevante de esta inclusión es que se contrastarán dos visiones de la salud: una privatista, sostenida por el MINSA y la ministra De Habich, y otra solidaria levantada por la FMP a través del llamado Sistema Nacional de Salud.

Es una victoria importante para los médicos, que les indica al gobierno, y al ministro de Economía y Finanzas en particular, que los acuerdos pactados deben cumplirse y que los ciudadanos los haremos respetar. La ministra Midori de Habich ha quedado, consecuentemente, muy debilitada en términos políticos. Se enfrenta a una interpelación en el Congreso no sólo por la huelga que la ha dejado lógicamente golpeada, sino también por problemas con las vacunas contra la AH1N1, las ya usuales cifras de fallecidos en el interior del país por un friaje que puede preverse, etc. ¿Seguirá portando el fajín?