Luego de leer la cifra de peruanos que han fallecido en lo que va de este año a raíz de las infecciones respiratorias agudas, uno queda lamentablemente sorprendido.

En mayo de este año, hace tres meses, se registraba la muerte de 119 niños en el sur del país debido a lo que podemos llamar “la otra gripe”¹, que no es otra cosa que la gripe estacional a consecuencia de las bajas temperaturas. Sin embargo, más allá de la comparación con la cantidad de víctimas de la gripe AH1N1, conocida por todos, lo que alerta es la diferencia en atención que se ha ofrecido a un caso novedoso, frente a un mal que aqueja a muchos peruanos desde siempre.

Como afirma el analista en salud pública, Alexandro Saco, la aparición de la AH1N1 y la reacción del gobierno al respecto ha permitido observar los contrastes sanitarios en el país pues, si bien es obligación de los distintos niveles de gobierno tomar las medidas urgentes y necesarias frente a la AH1N1, en nuestro país existen, desde hace mucho, situaciones que requieren al menos la misma decisión al momento de enfrentarlas. Ello no ocurre. Asimismo, Saco menciona que en lo que va del año, la neumonía ha cobrado la vida de más de 415 peruanos en edades vulnerables. 
No se trata de posar nuestra atención únicamente sobre esta nueva gripe. Es preciso que se tome conciencia de que en el Perú, a diario, mueren miles de peruanos por causas evitables. La pregunta es ¿hasta cuándo?
En esa misma línea, Patricia del Río alertaba hace ya un par de meses: “Se supone que la vida de todos los peruanos debería tener el mismo valor para el Estado, pero eso no está ocurriendo: mientras hay presupuestos especiales y personal hipercalificado recogiendo muestras de posible gripe AH1N1 en Surco y en La Molina, en Puno ya murieron 27 niños por infecciones respiratorias; en Cusco se van contabilizando 15 casos, y en Huánuco, 13.”²
Queda claro, entonces, que si para la neumonía, como otras enfermedades o problemas sanitarios en general, el Estado pusiera el 10% del entusiasmo que ha puesto en movilizarse frente a la AH1N1, el país podría resolver, al menos en parte, algunos de los temas dejados de lado por la salud pública. No olvidemos que en varios países las temperaturas invernales son mucho más bajas que en el Perú y no por eso la mortalidad es tanta³.
El problema no es el clima si no, una vez más, la indiferencia. Mientras esto continúe así, algunos peruanos seguirán sintiendo la espalda del gobierno mientras que otros gozarán de los beneficios de un Estado que solo se preocupa por algunos.

¹ El Comercio 23//05/2009
http://www.elcomercio.com.pe/impresa/notas/ola-frio-causa-muerte-119-ninos-sur/20090523/290378
² Perú21 22/05/2009
 http://peru21.pe/impresa/noticia/frio-indiferencia/2009-05-22/247102
³Más sobre el tema en César Hildebrandt “74 a 9” http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/74-a-9_44774.html