¿Primeros en producción de hoja de coca?
El pasado 22 de junio, la noticia de que el Perú se había convertido en el primer productor mundial de hoja de coca puso en serios aprietos al gobierno.
Sin embargo, unas horas más tarde, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) aclaró que Colombia seguía ocupando el primer puesto como productor mundial (43%) pero seguido del Perú, quien ocupaba el segundo lugar (38%). (Ver: Informe Mundial sobre las Drogas 2010).
Además, según el informe de la ONUDD sobre monitoreo de cultivos de coca 2009, la zona del Alto Huallaga es la única cuenca que no había registrado un aumento de áreas con hoja de coca mientras que Aguaytía y Palcazú – Pichis – Pachitea registraron un incremento arriba del 50%. ¿Qué lecciones nos dejan estos informes?
Cuidado con las cifras
Lo primero que hay que decir es que la actual extensión de los cultivos de hoja de coca en el Perú es menor en comparación a lo que existía en la década de 1990. Así, mientras en 1996 se reportaban 94,400 hectáreas (ha), catorce años después, existen en el país 59,900 ha. Este es un primer logro que debemos reconocer. En segundo lugar, durante la presente década, la extensión de cultivos de hoja de coca no ha mostrado una disminución importante. De las 43,400 ha declaradas en 2000, cinco años más tarde, esta cifra aumentó a 48,200 ha y de allí la extensión de cultivos de hoja de coca a seguido creciendo sin parar.
Entonces, ¿qué explica la novedosa situación del Alto Huallaga? Según los informes de la ONUDD, la implementación de acciones de erradicación, interdicción y desarrollo alternativo mediante el CORAH (Control y Reducción de la Hoja de Coca en el Alto Huallaga) ha permitido la reducción de cultivos de hoja de coca y por lo tanto en el conteo final para toda la cuenca del Alto Huallaga.
Sin embargo, el especialista en narcotráfico, Ricardo Soberón¹ es escéptico respecto a los logros de este tipo de proyectos pues, en su opinión, no serían sostenibles porque los cultivos alternativos promovidos (café, cacao, palma aceitera) dependen del mercado internacional y porque, además, no se han creado mercados locales que absorban esta producción. Por otro lado, Soberón explica que la reducción de hoja de coca en el Huallaga se debe, sobre todo, a que a las mafias de las drogas les resultaría más ventajoso adquirir la hoja de coca producida en las zonas de Nariño y Putumayo (frontera entre Colombia y Ecuador) por ser más barata, por lo que habría que tomar en cuenta también como se maneja este negocio.
Más desarrollo alternativo
El Programa de Desarrollo Alternativo Tocache-Uchiza y el Proyecto Pichis-Palcazú son dos experiencias de “desarrollo alternativo” dados en el país, que se enfocan en la promoción de cultivos alternativos. Estos proyectos si bien pueden tener sus límites, necesitan ser replicados con mayor responsabilidad por el Estado, para lo cual se necesita voluntad política, diálogo con los agricultores cocaleros y recursos económicos. Pero, ¿cómo hacerlo si hace poco, por ejemplo, se le recortó más de 50 millones de soles al presupuesto de DEVIDA?
Por todo esto, esperamos que las autoridades del gobierno observen con mayor detenimiento estas cifras nada alentadoras y pongan manos a la obra para mejorar nuestra actual situación.
¹ Entrevista concedida a Otra Mirada 05/07/2010
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