La llegada del gas natural a la Sierra Central y Sur del Perú es un anhelo bien conocido, desde hace más de 20 años, de las poblaciones de esas ciudades que hasta ahora no se ha materializado, pero que se puede hacer realidad en los próximos meses, lo que veremos en este artículo. 

El fondo del asunto: se trata de reemplazar el balón de GLP en los hogares, que es caro, por el más barato gas natural de Camisea. Esto ya sucede en Lima donde las redes de tubos de gas natural llegan a dos millones de hogares. Y ha avanzado, aunque de manera mucho más lenta, en la costa norte y en la costa sur. 

Pero no en el Cusco, donde se encuentran los yacimientos de gas de Camisea, ni tampoco en la sierra central y sur (las llamadas 7 Regiones: Cusco, Puno, Ayacucho, Apurímac, Huancavelica, Junín y Ucayali) pues las cinco licitaciones -la primera de ellas en el 2005- fueron declaradas desiertas al no haber postores. ¿Por qué? Porque las bases de ProInversión para las 7 Regiones establecían que la inversión debería recuperarse mediante el cobro del consumo de gas a los hogares. Pero como ese consumo es muy pequeño, los ingresos no cubrían la recuperación de la inversión. 

Entonces, ¿por qué sí es posible recuperar esas inversiones en Lima? Sucede que Lima es diferente pues tiene grandes consumidores de gas, como las centrales térmicas de Chilca, así como las grandes empresas. Los ingresos y ganancias que éstas generan permiten el llamado “subsidio cruzado”, que significa, en sencillo, que los grandes consumidores subsidian a los más pequeños, es decir, a los domicilios. 

Esos grandes consumidores no existen en Ayacucho, Huancayo, Abancay, Huancavelica o Cusco. Pero, dale que te dale, eso no lo entendió Proinversión.  Surge entonces la pregunta: ¿por qué el gran consumo de gas natural de Lima (que genera un importante flujo de caja) no financia también a las 7 Regiones, que son más pobres?

Algunos dirán: ¿y por qué Lima debe financiar a otros sectores? La respuesta es sencilla: porque todo el Perú financió a Lima desde el 2001 al 2005. Todos pagamos un sobreprecio en la tarifa eléctrica para el gasoducto de Camisea a Lima (se le llamó Garantía de la Red Principal y fueron más de US$ 90 millones). Además, se otorgó a Camisea importantes incentivos tributarios: recuperación anticipada del IGV, pago fraccionado de los aranceles en 7 años, depreciación acelerada de la inversión. Y también se le garantizó un consumo de 70 millones de pies cúbicos diarios de la central de Ventanilla (que aún no se había privatizado). 

Es lo que se llama el apoyo a la “industria naciente”: una vez que ya está en marcha, camina sola. Sin ese apoyo inicial, no habría Camisea, porque “los números no daban” para recuperar la inversión. 

La cuestión es que ahora la empresa Calidda, que tiene la concesión del gas natural de Lima, le ha planteado al gobierno una extensión de su contrato -que termina en el 2033- por 10 años más, con el compromiso de invertir US$ 550 millones para llevar el gas domiciliario a las 7 Regiones, construyendo 3,700 kilómetros redes de tuberías para abastecer a 200 ,000 hogares. 

¿De dónde sale el dinero para la inversión? De la concesión de Cálidda en Lima, claro está, que ahora “devolvería el favor” a las 7 Regiones, que no tienen los grandes consumos que permiten hacer subsidios cruzados. Dicho de otra manera, las tarifas que pagarán los usuarios en las 7 Regiones serán las mismas que se pagan en Lima, las que -con el esquema anterior- no alcanzaban para recuperar la inversión (1).

Un tema clave: se va a sustituir el balón de GLP, que es más caro porque depende del precio internacional. Eso no sucede con el gas de Camisea, pues tiene un precio regulado que solo aumenta con la inflación, ya que las reservas de gas (que contamina menos que el petróleo) revirtieron gratis al Estado en la década del 90. Además, el consumo de gas natural mejora la balanza comercial pues se produce en el país, mientras que una parte cada vez mayor del consumo de GLP depende de la importación a precios internacionales. 

Agreguemos que habrá oferta de gas natural vehicular (GNV), más barato que la gasolina y el GLP, lo que beneficiará a los choferes y pasajeros, así como a la balanza comercial. Y también habrá demanda de gas de sectores del comercio y de la industria lo que traerá nuevos retos para su abastecimiento (los “camioncitos” que traen el gas desde Pampa Melchorita serán insuficientes para abastecerla). 

¿Será realidad la llegada del gas a las 7 Regiones? Se sabe que el proyecto de addenda presentado por Cálidda está en estudio en el Ministerio de Energía y Minas(2) para su aprobación. Veremos qué pasa en las próximas semanas. 

Dicho esto, hay todavía varios temas a resolver para impulsar el consumo de gas y mejorar la matriz energética. Uno de ellos es la vigencia de la tarifa plana en todo el país, que fuera recortada por el Congreso. Otro problema, grave, está relacionado con los proyectos de ley en el Congreso que pretenden modificar el esquema del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE), dejando de lado el apoyo en dinero que se debe dar a las familias para conexiones de gas natural dentro de los domicilios: eso es un obstáculo a la masificación(3). 

Lo más importante, sin embargo, es que no se cuenta con un Plan Integral para la masificación del gas, lo que implica, de un lado, una mayor inversión en exploración de gas natural, y, de otro, la construcción de una red de gasoductos, de la cual el país carece. En Argentina, Bolivia y Colombia el gas natural llega a más del 60% de los hogares (en México al 25%). En el Perú la cobertura llega al 19%, pero el 81% de las conexiones domiciliarias están en Lima y Callao. Es la hora de las 7 Regiones.

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(1) https://larepublica.pe/economia/2025/07/29/proyecto-siete-regiones-se-re...

(2) “La reforma del Congreso restringiría acceso a los fondos del FISE a quienes hayan sido categorizados como pobres monetarios por el SISFOH (Sistema de Focalización de Hogares), dejando fuera a familias y empresas que, con ingresos algo superiores a dicho umbral, aún carecen de acceso efectivo a energía moderna”.
(3) Ver: https://www.infobae.com/peru/2025/10/28/la-masificacion-del-gas-natural-...