Ecuador y Bolivia en el Siglo XXI
Humberto Campodónico
Ecuador quiere entrar a la sociedad mundial de conocimiento y ha escogido la palabra quechua Yachay, que significa conocimiento. Con ese nombre se ha bautizado al valle tecnológico, que en un plazo de 35 años aspira ser “la ciudad del conocimiento”, como Palo Alto en California (Silicon Valley) o la Innopolis surcoreana de Daedeok.
La empresa estatal YPFB de Bolivia destinó US$ 609 millones para la construcción de la Planta Gran Chaco, en Tarija, que procesará 32 millones de metros cúbicos de gas diarios (MMmcd). La planta es la tercera más grande de América del Sur y producirá 3,140 TM diarias de etano; 2,240 TM diarias de GLP, así como isopentano y gasolina natural. Ha sido construida para maximizar el uso del gas y diversificar la oferta exportable de Bolivia. Asimismo, Gran Chaco, que comienza este mes (marzo), será el punto focal de la nueva industria petroquímica del país.
El gerente de la empresa pública Yachay dijo que hasta ahora se han gastado US$ 100 de los US$ 1,043 millones presupuestados hasta el 2017. Se han traído profesores de España, México, Guatemala, Venezuela, Colombia y Chile, todos con doctorado. Solo dos de este grupo inicial son ecuatorianos. La comisión gestora de la Universidad Yachay la integran 3 profesores del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y 1 de la Universidad de Barcelona, que será el rector. El alquiler de vivienda en el campus cuesta únicamente US$ 36 al mes. Actualmente hay 425 estudiantes de pregrado, dice José Andrade, profesor de Ingeniería Civil de Caltech y secretario académico de Yachay Tech.
Con la materia prima de Gran Chaco, Samsung está construyendo la planta de Amoniaco-Urea en Bulo Bulo (Cochabamba), con una inversión inédita de US$ 862,5 millones. La planta consumirá 1,4 MMmcd de gas natural y producirá 756.000 TM de fertilizantes/año (15% para el mercado interno y 85% a la exportación). Los fertilizantes proveerán nitrógeno a la soja, maíz, arroz, papa, girasol, trigo y caña de azúcar y mejorarán la calidad de los productos agrícolas. La planta entrará en producción el 2016.
La empresa de tecnología global ThoughtWorks (EEUU) anunció un desarrollo colaborativo con Yachay. Afirman que “la economía de Ecuador está en una era de transformación, en la que el gobierno y las empresas privadas han trabajado juntas para impulsar oportunidades de trabajo en redes con empresarios, profesionales de tecnologías de la información y jóvenes”. La española Indra ha firmado un acuerdo con Yachay para una fábrica de software y un centro de innovación para la transferencia de conocimiento y colaborar con el gobierno para cambiar el modelo productivo hacia un país exportador de tecnología y conocimiento.
También con la materia prima del Gran Chaco, La Paz ha decidido priorizar la construcción de una planta de propileno/polipropileno, con una inversión de US$ 1,800 millones en Tarija. Entrará en producción el 2018 y procesará 350,000 TM anuales de resinas para la industrialización de plásticos. Los estudios de la primera etapa fueron hechos por la italiana Tecnimont. En una segunda etapa se construirá un complejo de etileno/polietileno de 750,000 TM anuales de polietilenos de diferentes características y aplicaciones. Entrará en producción en el 2022.
El Presidente Correa dijo en el discurso inaugural: “Aquí estamos superando la economía extractivista”. Hizo hincapié en que la tecnología y la innovación son claves para el desarrollo y el “Buen Vivir”. La economía de Ecuador se ha basado en el petróleo, minería, pesca y agricultura, pero conociendo que sus recursos naturales son no renovables, el Gobierno intenta diversificar la economía e instaurar una cultura de investigación e innovación. Con ello, Correa espera crear un sector manufacturero avanzado que pueda producir y exportar productos de alta calidad a nivel mundial.
“Vamos a cambiar el perfil productivo del país. Con este complejo, Bolivia ingresará a la era de los plásticos”, dijo Carlos Villegas, Presidente de YPFB (lamentablemente fallecido en enero pasado). Evo Morales dijo que “sin el esfuerzo del pueblo no hubiera sido posible pasar de la nacionalización a la industrialización de los hidrocarburos, que es una nueva política estratégica”.
Con estas dos petroquímicas Bolivia, que hasta hace unos años era uno de los países más pobres de la región, generará mayor valor agregado al gas natural, diversificará su matriz productiva manufacturera, generará empleos y exportará los excedentes de polímeros a otros países de la región.
Todo lo que usted acaba de leer viene de informaciones de prensa publicadas hace poco (1). Mientras Ecuador y Bolivia tienen soberanía sobre sus recursos naturales, lo que les permite orientar sus ingresos, el Perú no posee ni una molécula de petróleo ni gas. Mientras ellos se orientan a las sociedades de información y del conocimiento (SIC), en el Perú estamos preocupados porque “salvo crecer todo es ilusión”, con lo que la minería tiene un rol central y, para ello, hay que eliminar la “permisología y tramitología”. ¡Qué les parece¡
Ni cuenta nos damos del salto de nuestros vecinos a la SIC y a la industrialización de los recursos naturales (¿habrá petroquímica con el Gasoducto Sur Peruano, al que se boicotea un día sí y el otro también?). Nos estamos quedando atrás y los vecinos ya encaran el Siglo XXI. Supuestamente, éramos el jaguar de América Latina debido a los altos precios de los commodities. ¿Y ahora?
(1) Ver los links en www.cristaldemira.com
Nota: En el artículo del lunes 2 de marzo, todos los datos de la Balanza de Pagos vienen de la Nota Semanal del BCRP.
Añadir nuevo comentario