Hace unos días, Michael Porter estuvo de visita por nuestro país. Porter, profesor del Harvard Bussines School y uno de los principales referentes mundiales en el tema de competitividad económica, participó en una conferencia en donde llamó la atención al auditorio –conformado principalmente por empresarios- por la ausencia de una estrategia competitiva de largo plazo en el país.
La exposición de Porter abordó las distintas aristas que conciernen al tema de competitividad, pero dos fueron los  temas subyacentes en su presentación: el escaso interés por la formación de clusters económicos en el país y la baja inversión en innovación tecnológica que promueva la generación de valor agregado en la economía nacional. 
De esta forma, Porter recalcó la permanencia en el país del patrón primario-exportador responsable del alto grado de vulnerabilidad y/o dependencia económica ante la presencia de shocks externos. Así pues, si revisamos el último ciclo económico que ha experimentado el país podemos observar que uno sus principales factores explicativos ha sido el ciclo de los precios de los principales commodities mineros que exportamos, en especial el cobre.   
Si bien Porter reconoce el buen manejo de las cifras macroeconómicas en el país –que nos va a permitir seguir creciendo a pesar de la crisis – también es claro al plantear que de ninguna forma dicho manejo es condición suficiente para garantizar un crecimiento sostenible si se persiste con el patrón primario-exportador.
En ese sentido, Porter aboga por los clusters económicos (ejemplo: el cluster de Gamarra en el sector textil) que debieran reproducirse y especializarse en función de las condiciones particulares de cada región del país y de esta forma aprovechar nuestra gran diversidad económica, social y cultural. Por esta razón, son las agendas económicas regionales los principales  instrumentos para el fomento y desarrollo de una política en pro de una mayor competitividad y productividad del país.
La reacción del Presidente de la República ante las declaraciones de Porter no debe llamarnos la atención ya que, si algo ha caracterizado a este segundo régimen de Alan García ha sido la política  de oídos sordos y estigmatización negativa de cualquier crítica -sea interna o externa- al actual régimen de política económica. 
Si bien es cierto que nuestras exportaciones no tradicionales han crecido de forma sostenida en los últimos años (excepto este año efecto de la crisis económica), también es cierto que en promedio entre los años: 1994-2009¹ las exportaciones no tradicionales siguen representando solo el 27% del total de nuestras exportaciones al igual que en 1994. Por lo tanto, una de las interrogantes de fondo en las que debiéramos reflexionar es ¿cómo queremos insertarnos a la economía mundial? Si seguir apostando por ser una economía proveedora de materias primas para las economías desarrolladas o si empezamos a desarrollar políticas de incentivos a la inversión en capital humano, innovación, tecnología y en la implementación de clusters con eslabonamientos económicos. Esta última es nuestra apuesta como Otra Mirada para fomentar un crecimiento económico sostenible y no solo una ilusión pasajera. 

¹ Hasta el tercer trimestre de 2009.