Partidos descompuestos y candidatos cuestionados
La última encuesta de GFK muestra que los partidos políticos que han gobernado el país, como Acción Popular (sin candidato no aparece en los muestreos), el Partido Aprista (6%), Perú Posible (3%) y el Partido Nacionalista (su candidato aparece en el rubro otros), empiezan a desmoronarse lentamente. En este grupo debe incluirse también al Partido Popular Cristiano (PPC), que sin candidato tampoco aparece en los sondeos.
Sin respaldo electoral, sin nuevos cuadros y con sus líderes cuestionados, el panorama se presenta oscuro para estas agrupaciones. En opinión del analista y parlamentario andino Alberto Adrianzén, estamos en el tramo final de la crisis de los partidos que gobernaron el país desde inicios de los 80.
Los partidos que han administrado el país, en la práctica no han podido derrotar políticamente al fujimorismo, pese a que el líder de esa agrupación (Alberto Fujimori) se encuentra preso por corrupción y violación de los derechos humanos.
Ni los partidos de los 80, ni los post fujimoristas (como Perú Posible y el Nacionalismo) han podido vencer políticamente al grupo que ahora lidera Keiko y eso ha permitido que avance, y en la etapa previa a las elecciones del 2016 se posicione en el primer lugar.
Ante este panorama surgen partidos como Alianza Para el Progreso (APP), sin ideología, sin programa, sin doctrina. Lo mismo que el partido de PPK, en el que todo gira en torno a una persona (Kuczynski).
El fracaso de los políticos tradicionales ha permitido la aparición de los partidos clientelares como APP de César Acuña, que a decir de Adrianzén “no tiene militantes, sino empleados”.
Esta debacle de los partidos que nos han gobernado (coincidentemente todos aplicando la política neoliberal) se suma a los cuestionamientos y desprestigio de los candidatos que van primeros en las encuestas.
CUESTIONADOS
Keiko Fujimori, arrastra acusaciones de corrupción del régimen de su padre, la condición de prófugos de sus familiares directos y el desconocido origen de los recursos de su campaña.
Pedro Pablo Kuczynski, claro representante del modelo neoliberal, quiere matizar sus propuestas con algunas iniciativas sociales en busca de votos, pero lo que ha logrado es perder el respaldo de los votantes de derecha, y tiene que hacer frente a los cuestionamientos por su edad, su pasaporte norteamericano, y los negocios que tiene en el extranjero.
César Acuña tiene acusaciones de violencia familiar por parte de su exesposa y cuestionamientos por la procreación de un hijo con una menor de 16 años, además tiene investigaciones pendientes por lavado de activos.
Alan García tiene como una carga pesada el caso de los narcoindultos y los vínculos de la familia Oropeza con el Partido Aprista, además del plagio de su plan de gobierno. Mientras que Alejandro Toledo tiene pendiente la acusación por el caso Ecoteva que se encuentra en investigación judicial.
Producto de esos cuestionamientos solo el 19% cree que Keiko Fujimori no robará si llega al poder y un 10% cree lo mismo de César Acuña. Solo el 9% de consultados indica que Alejandro Toledo le da confianza, mientras que Alan García apenas tiene la confianza de un 14% de la población.
Mención aparte merece el PPC que ha sido prácticamente destrozado por sus mismos dirigentes, en una guerra fratricida en medio del escándalo, con insultos, acusaciones de irregularidades y malos manejos, que ha puesto sobre el tapete lo más bajo y vil del partido fundado por Luis Bedoya Reyes.
Con partidos políticos en descomposición y candidatos cuestionados, la población prácticamente es empujada a votar por el menos malo, en medio de una campaña en el que las principales informaciones tienen que ver con ataques personales y agravios, en lugar de propuestas y planes de gobierno.
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