Curiosidades de campaña
A puertas de las elecciones del 5 de octubre, algunas candidaturas empiezan a remontar gracias a su postura “antipolítica”. Frente a un electorado que trata de buscar algo distinto dentro de un sistema político apático, donde todo parece “más de lo mismo”, estos candidatos tratan de abrirse paso como la “solución” frente a la política tradicional.
La candidatura oligárquica de Madeleine Osterling. La candidata fujimorista de San Isidro, Madeleine Osterling, levantó las alertas al proponer cerrar el emblemático colegio nacional Alfonso Ugarte para construir una torre de estacionamientos o un centro comercial. Con ello queda al descubierto una candidatura que expresa lo peor de la vieja oligárquica nacional, la cual se basaba en la exclusión de las clases populares del conjunto de sus derechos. A través de sus diversas expresiones, Osterling levanta un discurso clasista, racista y de reafirmación de los privilegios que contradice todas las apuestas por construir una Lima incluyente.
El radicalismo de Aduviri. De la mano con una propuesta de cerrar instituciones públicas de control como la Aduana y la Sunat, entidades que luchan contra el contrabando y la informalidad, así como apelando a la identidad cultural andina, el líder aimara Walter Aduviri del movimiento Democracia Directa viene consolidando un bolsón electoral que podría llevarlo a pasar a la segunda vuelta junto a Juan Luque. Recordemos que Aduviri fue el líder del “Aimarazo”, movimiento social que, en 2011, reivindicó una agenda sociambiental en la región. Hoy, su discurso radical viene pisando fuerte y hasta podría ganar la elección regional.
Enrique Cornejo no es Alan García. Quizás la mayor sorpresa del proceso electoral en Lima es la candidatura de Enrique Cornejo del APRA, quien ha ido calando en el gusto de un sector que lo considera un candidato técnico y que se expresa bien. ¿Se debería votar por un candidato olvidando al partido al que pertenece? Pero tal como van cosas, con un 5% de intención de voto, Cornejo parece condenado a la cola del espectro electoral de Lima debido al “sello aprista”, con lo que parece afirmarse que “solo Alan García puede llegar al triunfo electoral al APRA”
“500 soles por familia” de Waldo Ríos. El ex congresista tránsfuga, Waldo Ríos lidera hoy la elección regional en Áncash. Se dice que Ríos, quien fue condenado por recibir dinero del ex asesor Vladimiro Montesinos para pasarse a las filas de la bancada fujimorista en el año 2000, sería la carta bajo la manga de César Álvarez. Para asegurar este triunfo, el ex congresista promete regalar 500 soles a cada familia mensualmente si llega al poder. “No es un regalo, sino un derecho. Es el verdadero chorreo económico del canon”, manifiesta en un spot publicitario. Increíble.
Como vemos, la posición “antipolítica” de estos candidatos los ha llevado a tener éxito en la mayoría de casos. Su despegue no es casual, se debe en parte a que reflejan el desencanto de una parte importante de los electores con los partidos políticos y sus propuestas. A falta de organizaciones políticas y debates serios, emergen este tipo de candidaturas y cuyo “expediente antipolítico” se expande con preocupación por el país.
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