El cumplimiento de las primeras y más importantes promesas de campaña ubica al gobierno de Michelle Bachelet en el ala socialdemócrata en el sentido más clásico del término.

El cumplimiento de las primeras y más importantes promesas de campaña ubica al gobierno de Michelle Bachelet en el ala socialdemócrata en el sentido más clásico del término. Se pasó, entonces, de un gobierno de la Concertación de centro derecha a uno de centro izquierda, donde reformas en educación, salud, trabajo y tributaria son aspectos sustanciales. Su gobierno representa también un duro golpe a los 4 años de regresión en términos sociales que significó el gobierno de Sebastián Piñera.

El reto mayúsculo de Bachelet será empujar la iniciativa de reforma constitucional para el año 2015. Esta agenda viene siendo exigida por un sector importante de la oposición de izquierda. Por lo pronto, veamos cuáles son las principales reformas que está emprendiendo su gobierno, y de las cuales debería inspirarse el alicaído gobierno de Ollanta Humala.

Reforma educativa. El 19 de mayo pasado, la Presidenta Bachelet firmó los proyectos de ley que crean una nueva institucionalidad de educación básica, pone fin al lucro, termina con la discriminación a través de la selección escolar y establece la gratuidad a nivel primario. Con ello, el Estado elevará gradualmente los aportes que se entreguen a los colegios con el fin de disminuir el copago hasta eliminarlo. Esta norma pone especial interés en mejor la calidad de la educación pre-escolar, creando una subsecretaría para normar, fiscalizar, evaluar y apoyar los procesos pedagógicos en este primer nivel de educación.

Salud. Se inició la implementación del Fondo Nacional de Medicamentos con la entrega de remedios gratuitos para 3 enfermedades crónicas que afectan a más de cinco millones de chilenos: Hipertensión, Diabetes y Colesterol alto. Los recursos para la compra de estos medicamentos fueron asignados a los municipios para que estén disponibles gratuitamente a partir de la segunda quincena de junio. A la par, se presentó en plan de inversiones en salud pública de 4.000 millones de dólares para levantar 61 nuevos centros hospitalarios y expandir la red sanitaria del país.

Trabajo. Se aprobó proyecto de ley de MultiRU, norma que sanciona las conductas de división de razones sociales de una empresa, afectando los derechos de los trabajadores. De esta manera, se establece que las obligaciones que derivan de los derechos laborales y previsionales, individuales y colectivos de los trabajadores, recaigan sobre la figura del empleador y no sobre la empresa, como hasta ahora. Asimismo, se viene implementado un Programa de Formación y Capacitación Laboral para 300.000 mujeres en oficios que son demandados por los sectores productivos del país.

Reforma tributaria. El proyecto de reforma tributaria es uno de los principales bastiones de Bachelet para lograr financiar sus ambiciosos programas sociales. Es, al igual que la reforma educativa, el que más criticas recibe por parte de la derecha chilena. Este proyecto tiene 4 objetivos: aumentar la carga tributaria para financiar con ingresos permanentes los gastos y financiar el actual déficit fiscal; mejorar la distribución del ingreso, por la vía de la equidad tributaria; introducir nuevos y mejores mecanismos de incentivos al ahorro y la inversión; disminuir la evasión y la elusión. La meta de recaudación de la Reforma Tributaria será de 3% del PBI. 

Estamos ante un gobierno que busca realizar cambios profundos en su estructura económica y social que, en el corto y mediano plazo, obtendrá frutos de crecimiento con reducción de desigualdad, que es la agenda pendiente en América Latina. Ahora sí, Chile se convierte en un interesante modelo de democracia a tener en cuenta.