Un reciente informe de la OCDE, el club de países desarrollados al cual Perú aspira a entrar (y del cual Chile es miembro), revela una serie de brechas a cerrar, es decir, de problemas a resolver antes de ser admitido. La lista es larga y entre ellas destaca una que rara vez comentamos: la baja productividad, asociada a una muy alta informalidad empresarial, y un número igualmente alto de pequeñas y medianas empresas que se encuentra en estado de retraso tecnológico, gerencial y con graves problemas de incumplimiento legal laboral.