Kurt Burneo Farfán (*)
Antes de la ocurrencia del llamado fenómeno de El Niño Costero, la economía local –hacia finales del 2016- venia desacelerándose, dado el sobreajuste fiscal (el déficit paso de 3.4 en agosto a 2.7% del PBI a diciembre) y la continua contracción de la inversión privada: -6.1% en el 2016.