Gasoducto del sur: historia de una promesa a punto de romperse
El 28 de julio de este año, el Presidente Ollanta Humala anunció en su mensaje presidencial la presentación de un nuevo proyecto de ley referido al Gasoducto del Sur y la Petroquímica. En agosto, la propuesta se oficializó y constituye, sin duda, un viraje respecto a la promesa de campaña que hiciera el mandatario respecto a llevar el gas al sur no sólo para su consumo en viviendas y vehículos, sino para permitir la industrialización del surandino. Se trata, lamentablemente, de una promesa a punto de romperse y, sin duda, de un conflicto en gestación.
El Gasoducto del Sur constituye una deuda histórica con el país para cuya construcción Kuntur obtuvo la concesión y presentó un proyecto integral que ha sido relegado en julio de este año. La nueva propuesta indica que ahora se construirán ductos que fragmentarán el sur en tres áreas absurdas alegando que se busca preservar la seguridad energética cuando, lo que hace este nuevo diseño, es restar rentabilidad al inicial y bloquear el gasoducto. ¿Quién gana? El monopolio Camisea.
No faltan las voces de quienes sostienen que la razón por la cual el Gasoducto Surandino se encuentra en vilo tiene relación con las ideologías detrás de su construcción. Nos quieren hacer creer que su propuesta incentiva la sana competencia para beneficiar a todos los usuarios y que no es verdad que estén sirviendo aintereses subalternos que buscan fortalecer a un monopolio. Recordemos, además, que sobre el Consorcio Camisea pende una investigación por evadir el pago de las regalías correspondientes y, por tanto, incumplir el contrato asumido con el Estado. Y, hace poco, se anunció el aumento del GNV con lo cual se perjudicarían muchos de los taxistas y usuarios. Es un monopolio que sigue creciendo y hace con las tarifas lo que le viene en gana con el lamentable aval del Estado.
Como vemos, el problema es complejo y el debate es necesario para que no se burlen los intereses de miles de ciudadanos que tienen el derecho a hacer uso de su gas y para que un monopolio deje de operar a su antojo con los que nos pertenece a todos los peruanos. En el sur se han abierto importantes foros ciudadanos de debate sobre este asunto estratégico, en Cusco, Puno, Arequipa, Moquegua y Tacna, para debatir y afianzar una propuesta común y sacar adelante el gasoducto y la Petroquímica Surandina.
El día de mañana, con el diario La República, Otra Mirada presenta el suplemento que desmenuza los proyectos de ley en debate respecto a este tema, las consecuencias, ventajas y desventajas. Que se abra el debate.
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