El problema no es el Movadef
Nicolás Lynch
No se trata entonces de buscar chivos expiatorios en otra parte, por más que tengan nombres tan atractivos como Movadef. De lo que se trata es de dar solución a la falta de institucionalidad interna existente en nuestra más antigua universidad.
Con motivo del incidente ocurrido en San Marcos la semana pasada, por el descubrimiento de dos agentes encubiertos de la Policía Nacional en una asamblea estudiantil, nuevamente diversos medios de comunicación y varias autoridades universitarias han insistido en la presencia del Movadef en los claustros. Este organismo de fachada de Sendero Luminoso sería el causante del incidente aludido y el principal problema que afronta la Universidad de San Marcos y varias de las más importantes universidades públicas.
Nuevamente la derecha local y algunas autoridades y policías despistados o con otras intenciones, regresan al manido recurso del senderismo y más específicamente del Movadef cuando se trata de la universidad nacional. No hay duda de que hay senderismo en San Marcos y en diversas universidades, no de ahora sino de varias décadas atrás. Lo debe saber con detalle la Policía Nacional y lo documenta el Informe de la Comisión de la Verdad, así como lo hemos descrito los estudiosos de la política universitaria desde hace muchos años.
Sin embargo, también es cierto que el senderismo en su versión Movadef ha retrocedido en los últimos tiempos. Por lo menos en San Marcos los resultados están a la vista, en las últimas elecciones para los delegados estudiantiles a los consejos de facultad ocurridas en mayo sufrieron un serio retroceso, habiendo ganado listas diversas de estudiantes democráticos que aspiran al buen funcionamiento de la universidad. La clave para este retroceso ha sido el combate político e ideológico de los demócratas contra el senderismo que ha aislado a los partidarios del terror. Esta lucha política e ideológica no desestima el trabajo policial pero lo pone en sus justos términos, como una actividad que persigue a delincuentes de acuerdo a la Constitución y las leyes y no como un amedrentamiento a la actividad política y académica en general.
¿Qué es lo que pasa hoy en San Marcos? ¿Alguna crisis creada por la presencia del Movadef? No, lo que hay es una crisis creada por la falta de institucionalidad interna. En cinco de la veinte facultades con las que cuenta la universidad no se puede elegir democráticamente decano, luego de más de tres meses de ocurridas las elecciones a los consejos de facultad, porque los diversos juegos entre los grupos de poder lo impiden, lo que inevitablemente perturba la vida académica e impide el funcionamiento institucional, lo cual ha llevado al clima de crispación existente. Justamente, la asamblea donde ocurrió el incidente, reunía a los estudiantes de las facultades en conflicto para ver qué salida encontrar a sus problemas porque ellos son las primeras y principales víctimas de esta situación.
No se trata entonces de buscar chivos expiatorios en otra parte, por más que tengan nombres tan atractivos como Movadef. De lo que se trata es de dar solución a la falta de institucionalidad interna existente en nuestra más antigua universidad. Ya es hora de que las más altas autoridades universitarias tomen cartas en el asunto, dejen de lado pequeños cálculos y permitan funcionar a la democracia universitaria.
Hacia el futuro inmediato, si alguna lección nos deja estos incidentes es la necesidad de una nueva ley universitaria que permita la elección por voto universal de las autoridades, porque desafortunadamente la elección en cenáculos como los consejos de facultad o las asambleas universitarias se ha corrompido. No queda, por ello, sino volver a estudiantes y profesores para que con la elección directa nos libren de estos entuertos que hoy en San Marcos nos tienen atados de manos.
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