Contrahistoria: sobre la necesidad de concertar si el Frente Amplio pasaba a la segunda vuelta
Germán Alarco
Con la autorización de su autor Germán Alarco estamos publicando un documento que nos fue entregado a finales de la semana pasada antes de que se conocieran los resultados de las elecciones del 10 de abril. La decisión de Otra Mirada era la de publicarlo el lunes a primera hora si los resultados favorecían al Frente Amplio como segunda fuerza electoral del país. Desafortunadamente, esto no ocurrió pero creemos que el documento sigue vigente. Era un llamado a reflexionar sobre la necesidad de concertar con las diferentes fuerzas sociales y políticas con el objetivo de alcanzar la victoria el 5 de junio. Se establecía una agenda concreta de temas institucionales, sociales y políticos, manteniendo con firmeza los aspectos más importantes de la agenda económica. Se enfatizaba en la importancia de contar y defender una visión propia desde la Izquierda pero nos recordaba que la victoria se alcanza con mucho trabajo político aquí y ahora.
Concertar sin claudicar ni traicionar
Hay que elogiar el trabajo de la candidata, de las personas a su alrededor, de la novel maquinaria del Frente Amplio y del multitudinario apoyo popular que hizo posible pasar a la segunda vuelta. Se inicia una nueva etapa donde se debe tener como objetivo claro alcanzar la victoria el 5 de junio. De partida se cuenta con una buena propuesta y del otro lado la oponente carga una pesada mochila de autoritarismo, corrupción, destrucción de la institucionalidad, violación de derechos humanos y hasta asesinatos; a la cual suma una visión tradicional del modelo y manejo económico. Sin embargo, hay que reconocerle su estrategia clientelar, que cuenta con importantes intereses económicos a su favor y está matizando su discurso político para ampliar su base social. Tampoco se debe olvidar que será la primera mayoría relativa en el Congreso de la República.
En este caso, y en todos, si se compite es para ganar, no para quedar en segundo lugar. Al país ya se le acabó el tiempo para pensar simplemente en acumular fuerzas para una mejor coyuntura futura. La posibilidad para acceder al gobierno está presente aquí y ahora. La oposición antifujimorista está muy fraccionada, como lo demuestran los resultados electorales. Es obvio que muchas personas que no votaron por el Frente Amplio en la primera vuelta adscribirán con mayores o menores dudas nuestra opción, pero hay muchas otras que no lo harían. Es imprescindible sumar todos los votos que sean posibles. Hay que lograr una nueva mayoría. Se debe concertar sin claudicar los principios ni traicionar a los colaboradores y a los ciudadanos en general. El reto es enorme y el sendero peligroso, pero tampoco caben las posiciones de que el plan de gobierno no puede mejorarse, ampliarse y profundizarse con el apoyo de las diversas fuerzas políticas y sociales. Hay que escuchar, dialogar y acordar.
Temas menos complejos
Obviamente no es tan fácil sentarse a conversar luego de una campaña electoral tan cargada de adjetivos, pero hay que hacerlo rápidamente luego de los saludos protocolares del caso. Los planes de gobierno de la oposición tienen elementos rescatables en muchas materias que pueden servir de base para lograr acuerdos. Para suerte de todos, la lista es larga. Al parecer no sería difícil arribar a una propuesta de reforma política común. Se pueden lograr consensos en temas que a todos interesan como seguridad ciudadana, lucha contra la corrupción, reforma del Poder Judicial, política educativa, política de salud, política ambiental, ciencia y tecnología, agua y saneamiento, agricultura, cultura, relaciones exteriores, programas sociales y de lucha contra la pobreza. Otros temas menos tradicionales como la seguridad alimentaria y energética (incluido Petroperú) y la necesidad de apoyar intensamente a las pequeñas unidades productivas familiares y asociativas podrían generar acuerdos múltiples.
Hay otros temas más polémicos pero claves que deben precisarse, tales como la necesidad de una reforma radical de la estructura del Poder Ejecutivo para hacerlo más funcional, eficaz y eficiente. Hay que simplificar, reintegrar organismos a los ministerios y relievar el planeamiento estratégico a la par que se empodera a los ciudadanos. Abordar la problemática de la regionalización, de las AFPs y de los sistemas de pensiones, establecer los elementos principales para la renegociación de los contratos de gas natural, de la lucha contra el tráfico de drogas y contra la minería ilegal. Al respecto, la propuesta de reactivar el Banco Minero se lee bien o crear una subsidiaria ad hoc del Banco de la Nación para el mismo objetivo. Por otra parte, potenciar la Empresa Nacional de la Coca podría ser una pieza importante en la lucha contra el narcotráfico. Asimismo, establecer los canales formales de concertación y de monitoreo de los acuerdos alcanzados desde el Poder Ejecutivo, paralelos a los del Congreso, puede ser una aportación práctica relevante para trabajar a partir del 29 de julio.
Precisiones constitucionales
Hay que precisar claramente los artículos y los contenidos de la Constitución Política que se pretendería modificar de acuerdo a los procedimientos establecidos en el Congreso, reconociendo la realidad de una posición en desventaja relativa. Asimismo, como un tema de la coyuntura electoral de la segunda vuelta debe quedar claro que bajo toda circunstancia se respetarán los contenidos de los artículos 12, 64 y 67 relativos a la intangibilidad de los fondos y reservas de la seguridad social, la libre tenencia y disponibilidad de moneda extranjera y sobre el fomento y garantía por parte del Estado de los ahorros del público en todo tipo de monedas.
Los temas económicos
Las polémicas en esta área pueden ser mayores ya que la tercera fuerza política plantea una reducción de las tasas impositivas que en la práctica podrían conducir a una reducción del tamaño del Estado, aunque también existen muchos puntos de coincidencia en el diagnóstico y recomendaciones concretas a propósito de la desaceleración productiva. Es estéril discutir el nombre de la magnitud de esta transformación: cambiar el modelo económico, aunque se puede tener el mismo alcance con otra expresión como ajustar el modelo económico. La discusión debe centrarse en los contenidos y no en los títulos.
Todas las fuerzas políticas reconocen de manera explícita y otras implícitamente en sus planes de gobierno que se debe aplicar política fiscal contracíclica. Algunos hasta precisan la magnitud máxima del déficit fiscal. Este es un buen punto de partida para avanzar en el acuerdo sobre valores máximos anuales. El tope establecido para los países miembros de la Unión Europea puede ser una referencia inicial adecuada. A partir de allí se debe definir a grandes rasgos los montos concernientes para el consumo e inversión pública suponiendo la reversión de la reducción del impuesto a la renta a las personas jurídicas de 2014. Se puede discutir más adelante la posibilidad de reducir la tasa del IGV pero sin aplicar deducción y crédito fiscal alguno, así como algunos tributos aplicables a las Pymes.
Se reconoce que se debe acudir al Fondo de Estabilización Fiscal, pero hay que precisar su orientación exclusiva hacia la inversión pública. Asimismo, establecer los mecanismos para aprovechar los depósitos, ahora inmóviles, del gobierno central en el BCRP que ascienden a S/. 70,000 millones. Hay que explorar los mecanismos directos e indirectos para su aprovechamiento parcial incluyendo el fondo de revolvente de créditos de S/. 10,000 millones ofrecido para las Pymes en campaña. Por otra parte, en al menos dos planes de gobierno hay también un reconocimiento sobre la posibilidad de aprovechar el actual nivel de sub endeudamiento público. Obviamente, se debe proceder con cautela sólo para la inversión pública que debería aumentar en 2 puntos porcentuales del PBI, de manera paulatina y responsable, incorporando los pasivos en firme y contingentes de las asociaciones públicas privadas.
Todos procuramos mantener la independencia del BCRP y su objetivo principal de preservar la estabilidad del poder adquisitivo del dinero, pero con el sistema de metas de inflación también se puede preocupar de las modificaciones negativas del nivel de producción. Se debe convencer a las partes de que es necesario modificar el artículo 84 de la Constitución para hacer explícita una segunda función de hacer frente a las fluctuaciones negativas significativas de la ocupación y el empleo, manteniendo la prohibición de financiar al gobierno. La política monetaria pro cíclica debe cambiarse por otra contracíclica a la par que se fortalece a Indecopi, se renegocia la desdolarización de contratos y se amplía el paradigma para analizar y enfrentar las variaciones de los precios en el marco de lo señalado en el artículo 61 de la Constitución Política. La evaluación, regulación y autorización ex ante de las fusiones y adquisiciones empresariales significativas es un tema no negociable, al igual que la política de ingresos y otras que sea útiles para frenar la elevada desigualdad.
El valor del crecimiento económico
Es obvio que el indicador tradicional del PBI tiene problemas, pero la economía peruana debe seguir creciendo. Más hacia adelante se podría discutir otros mejores como el índice de desarrollo humano, el producto interno neto ecológico u otros. A la par debe quedar es perfectamente claro la preservación indiscutible de la propuesta del Frente Amplio de reactivar, redistribuir y diversificar el aparato productivo. Esas son las estrategias clave. Transformar al mismo tiempo que crece la inversión pública, la privada y el multiplicador del gasto. Sin embargo, hay que reconocer que el entorno internacional de las materias primas no es propicio para la inversión privada, razón por las cual esta se debe facilitarse sin vulnerar los derechos ciudadanos y reduciendo los principales sobrecostos de la economía: energéticos, financieros y logísticos. El concurso del sector empresarial es clave incluida la consolidación de los incipientes y nuevos clusters productivos (aglomeraciones productivas). Por otra parte, respecto de los acuerdos comerciales internacionales hay que precisar las observaciones particulares y nuestro rechazo específico al TPP.
Hay que proporcionar señales claras para promover la inversión productiva en todos los sectores económicos. El crecimiento de la inversión en las actividades extractivas es importante y no puede paralizarse. Hay que hacer toda la inversión minera que sea posible en armonía con el medio ambiente, en perspectiva de largo plazo y los ciudadanos. Por el momento, se pueden mejorar y perfeccionar los sistemas de evaluación y consulta sin esperar el ordenamiento territorial de todo el país, que sería una tarea de mediano plazo. Por otra parte, entre otros elementos, habría que establecer obligatoriamente el comparador público privado como criterio básico de evaluación entre los proyectos públicos y de asociaciones públicas privadas, a la par que se intensifican las acciones de supervisión de los contratos actuales. Otro tema por profundizar serían las reformas necesarias del mercado financiero, de capitales y de valores a la par que se potencia al Agrobanco, Banco de la Nación y Cofide, pero cuyos detalles rebasan los alcances de esta nota.
Reflexión final
Tenemos la oportunidad de ser gobierno, no hay que desaprovecharla. Sin embargo, es evidente que el país es de todos y no solo de nosotros. Nuestras convicciones son firmes, pero es imprescindible lograr acuerdos para obtener esa mayoría necesaria que nos posibilite la victoria. No somos dueños de la verdad. El trabajo por delante es arduo, delicado y se debe hacer de forma transparente de cara a la Sociedad. Efectivamente hace cinco años el país fue traicionado, pero por el bien de todos es hora de superar el trauma (7/4/2016).
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