Brasil desafía la hegemonía estadounidense
El presidente de Brasil, Lula, ha demostrado la semana pasada que es posible otra manera de resolver los problemas internacionales, y que esta ya no requeriría de la iniciativa de Estados Unidos y sus aliados más cercanos.
Incluso ha llegado a declarar: “¿dónde está escrito que Estados Unidos debe ser el sheriff de Medio Oriente y del mundo?”¹.
El papel de Lula fue crucial para lograr un acuerdo (junto a Turquía) que permitiría a Irán continuar con el uso pacífico de la energía nuclear y a la vez supervisar que no se desarrollen armas nucleares. Esta preocupación sobre el uso de la energía nuclear en Irán ha llevado a Estados Unidos a proponer nuevas sanciones desde el Consejo de Seguridad. Cabe resaltar que Brasil y Turquía son actualmente miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y están en condiciones de debilitar el apoyo que tenga un nuevo paquete de sanciones contra Irán, aunque no impedirlas. Israel, EE.UU. y otros países occidentales sospechan que Irán persigue secretamente el objetivo de fabricar armas nucleares, mientras que Irán afirma que sus proyectos nucleares son estrictamente civiles.
El inesperado acuerdo impulsado por Lula no contaba con el visto bueno de Estados Unidos (que anteriormente intentó pero no logró un acuerdo similar) y llegó luego de meses de estancamiento en las negociaciones, cuando se acercaba la hora de debatir nuevas sanciones. Rusia y China, dos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad con poder de veto, apoyaban tibiamente a Estados Unidos en esto pero prefieren sanciones mucho más leves que los estadounidenses.
Según el acuerdo, Irán enviará a territorio turco 1.200 kilos de uranio enriquecido en bajo grado y recibirá como intercambio 120 de uranio enriquecido (procedente de Francia y Rusia) en el grado que requiere su reactor atómico. En resumen, se habría logrado evitar que Irán pueda fabricar armas nucleares y conservar el derecho del país a seguir adelante con su desarrollo tecnológico. Este pacto aún debe remitirse al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para su aprobación.
Varios países, incluyendo a China y Rusia, aplaudieron discretamente el acuerdo apenas fue aprobado y anunciado el lunes 17. Sin embargo, está claro que Estados Unidos vio esto como un desafío a su hegemonía en las relaciones internacionales e inmediatamente la Secretaria de Estado Hillary Clinton anunció que el acuerdo no satisfacía las demandas norteamericanas. No es coincidencia que, al día siguiente del acuerdo, Estados Unidos buscó con determinación aprobar nuevas sanciones contra Irán, y ya el viernes 21 se anunciaba que tenía el apoyo de los demás miembros del Consejo de Seguridad para un borrador de lo que sería la cuarta ronda de sanciones. Esto, a su vez, ha puesto en peligro el acuerdo logrado por Brasil y Turquía, ya que el parlamento iraní anunció que el acuerdo se suspendería si las NN.UU. aprueban nuevas sanciones.
Pero, incluso si el valioso acuerdo logrado sin el aval de los “grandes” llega a desplomarse, constituye un hito importante. El frío recibimiento y las rápidas acciones de Estados Unidos apenas se anunció demuestran que se sintió en aprietos ante el éxito de países “medianos” donde no pudo ejercer la diplomacia de manera constructiva.
Las acciones del gobierno de Brasil nos muestran que los países que no son grandes potencias también pueden tener un papel activo y positivo en el escenario mundial, y que no tienen que aceptar ciegamente las reglas que se les imponen. Por ahora, está aprovechando su lugar temporal en el Consejo de Seguridad y relacionándose con países lejanos que, sin embargo, también tienen altas aspiraciones y un interés en resolver los problemas. Además de solucionar un impasse específico, está también sobre el tapete un tema de fondo: el derecho a usar la energía nuclear de manera pacífica, del cual ya goza Brasil, con o sin la aprobación de las grandes potencias. Nosotros, ¿también tendremos alguna vez similares posiciones independientes y valientes con respecto a las reglas impuestas por los “grandes”?.
¹Consulte, entre otros: http://www.clarin.com/diario/2010/05/21/elmundo/i-02198110.htm
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